No es cierto. Lo recomendable, eso sí, es evitar llegar al clímax siempre de la misma manera (sea con o sin succionador), para que tu cuerpo y tu mente no se acostumbren a una única forma de placer.

• Insensibilizan el clítoris

Tu clítoris no va a dejar de sentir por utilizar un succionador, igual que tampoco lo hace por masturbarte más o menos, o por tener más o menos relaciones sexuales. Eso sí, como decíamos, para que tu cuerpo no se acostumbre a experimentar placer de la misma manera, es conveniente no usarlo en todas tus experiencias.

• Son muy agresivos

Los succionadores no son pequeñas aspiradoras. Dado que estimulan sin tener contacto directo con el clítoris y tienen diferentes intensidades, son aptos para cualquier persona. 

• Impiden llegar al orgasmo de otra forma

¡Todo lo contrario! Te ayudan a conocerte mejor y, por tanto, a alcanzar mejor el orgasmo por otras vías e incluso a experimentar el multiorgasmo.

• Perjudican las relaciones de pareja

Tampoco es cierto. Son un complemento ideal para añadir juego a las relaciones sexuales, que se enriquecen al incluir otra fuente de estimulación o un momento de masturbación mutua.

• Son solo para solteras

Los succionadores no entienden de estado sentimental. El autoplacer mejora tu autoconocimiento, haciéndote disfrutar aún más.

• No es para tanto

La sensación que provocan es totalmente diferente a cualquier otra, para empezar, porque estimulan el clítoris en su totalidad, no solo la parte externa. Hay que probarlo al menos una vez en la vida.

El succionador de clítoris ha abierto el debate de la masturbación y la curiosidad por los juguetes eróticos y ha ayudado a la naturalización de su uso. Por todo ello, ¡larga vida al succionador de clítoris!