Su nombre es sinónimo de estilo y exclusividad. Durante las últimas décadas, Manolo Blahnik se ha convertido en uno de los diseñadores de calzado más influyentes del mundo y sus zapatos, en objeto de deseo y culto. Coincidiendo con su cincuenta aniversario de la firma, el creador ha decidido abrir sus archivos en una exposición virtual interactiva creada por el estudio con base en Amsterdam Ronin.

‘The Manolo Blahnik archives: A new way of walking' muestra algunas de las creaciones más icónicas de la casa y muchos de los bocetos creados por el diseñador. La exposición rinde también homenaje a algunas de las figuras clave de su carrera, como Paloma Picasso, Anna Wintour, Bianca Jagger o Diana Vreeland, sin cuyo apoyo, reconoce el diseñador canario, no sería quien es hoy.

Manolo Blahnik nació en la isla de La Palma, hijo de padre checo y madre española, y creció entre las plantaciones de plataneras de la familia. En principio, sus pasos no iban encaminados, nunca mejor dicho, al calzado. Empezó a estudiar Derecho en Ginebra, pero pronto se pasó a Arquitectura y Literatura. Se fue a París con la intención de estudiar Arte y finalmente, en 1970, se instaló en Londres, donde se introdujo en el mundo de la moda. Durante un viaje a Nueva York en compañía de su amiga Paloma Picasso conoció a Diana Vreeland, por entonces editora de Vogue USA, quien tras ver algunos de sus bocetos, le animó a dedicarse definitivamente al diseño de zapatos.