No es para ti, es para todos. Con esta democrática filosofía, el shopping bag de Telfar, un bolso minimalista y funcional, de silueta unisex, se ha convertido en el accesorio más codiciado del momento. Gracias a él, la marca ha logrado el más difícil todavía: resultar inclusiva y exclusiva, todo a la vez. Varios factores explican el éxito del que algunos consideran el bolso más importante de la última década. Para empezar, se trata de un diseño atractivo y práctico, a un precio muy inferior al de otros it bags (entre los 130 y 220 euros, dependiendo del tamaño), lo que le ha granjeado un lugar de honor en la apetecible categoría del lujo asequible.

Su shopping bag se presenta como un producto accesible a todos, independientemente del género o la clase social, pero también está rodeado de un halo de exclusividad, por lo difícil que resulta conseguir uno de sus modelos, que se agotan en minutos cada vez que se reponen. De ahí el apodo del ‘Birkin millennial’, en referencia al mítico (e inalcanzable) modelo de Hermès. El bolso se ha convertido también en un símbolo de identidad para los jóvenes creativos. Por ello se le conoce también como el ‘Birkin Bushwich’, en referencia al barrio de Brooklyn que, con su arte de vanguardia y su diversidad cultural, es desde hace unos años una de las zonas más de moda de Nueva York.

Pero Telfar vende algo más, un sentido de comunidad entre grupos que durante mucho tiempo se han sentido marginados por la industria de la moda. La historia de su creador, el diseñador estadounidense-liberiano queer Telfar Clemens, tiene mucho que ver. Nacido en 1985 en Queens, Clemens es hijo de inmigrantes liberianos. La familia regresó brevemente al país africano cuando él era niño, pero volvió a Nueva York poco después huyendo de la guerra. En 2005, con solo 19 años, Clemens fundó la marca. Su idea era acercar la moda al gran público, con prendas funcionales y unisex que cualquiera pudiera utilizar. Aunque Telfar produce de todo, desde ropa a calzado, su pieza más emblemática es, sin duda, su famoso shopping bag. Para crearlo se inspiró, literalmente, en las bolsas de compras. Concretamente, en las bolsas de Bloomingdale’s. El diseñador se basó en sus líneas sencillas y sus medidas para crear un diseño práctico tanto para hombres y mujeres.