Cinco supervivientes de cáncer de mama se enfrentan a otro gran reto: una vuelta a España a vela
Recorrerán más de 1.500 millas

Partieron el pasado 12 de octubre desde el puerto de Bilbao y su viaje acabará este sábado en Barcelona tras recorrer un total de 1.530 millas. Navegan a bordo del Green Dragon, un barco construido en 2008 para participar en la Volvo Ocean Race. Marián Cáliz, Lorena Madrid, Fátima Domínguez, María Aldama y Nuria Gómez son las participantes del RetoPelayoVida de este año, que consiste en rodear a vela la península ibérica. Todas han superado un cáncer y ahora han decidido poner sus cuerpos y sus mentes al límite en este nuevo desafío. Lo hacen por varios motivos: demostrarse a sí mismas que tras superar un cáncer la vida puede retomarse con normalidad, dar visibilidad a la enfermedad, crear conciencia sobre la importancia de invertir en investigación contra el cáncer y sobre los beneficios de llevar una vida sana para prevenir la enfermedad.
Marián es de Elche, arquitecta de profesión y tiene 48 años. En 2015 le detectaron un cáncer de mama. “Me enfrenté a mi primer y mayor reto vital, lo superé, luché y me repuse a la enfermedad, como hacemos la inmensa mayoría de los y las enfermas de cáncer”, explica. Ahora quiere compartir “el aprendizaje tan valioso de estos últimos cinco años” con otras mujeres que estén pasando por lo mismo o a las que les pueda tocar en el futuro.
Lorena se apellida Madrid pero es de Cartagena. Es ambientóloga, tiene 39 años y un niño de 7. Le diagnosticaron cáncer hace casi seis años, en noviembre de 2014, aunque le parece “que fue hace ya un siglo”. Poco después vio la primera expedición del RetoPelayoVida y decidió que si en algún momento se sentía con fuerzas, ella también participaría. Al acabar el tratamiento comenzó a practicar deporte por primera vez en su vida, empezando con el senderismo. Tras completar la Ruta de las Fortalezas, una carrera de 53 kilómetros a través de las montañas que se celebra en Murcia, decidió que ya estaba preparada para este reto.
Fátima Domínguez vive en Chiclana de la Frontera, Cádiz, y trabaja como restauradora-conservadora de patrimonio. A sus 56 años han superado dos cánceres: de riñón en 2004 y de mama en 2012. Los dos fueron complicados, pero la segunda experiencia le pareció especialmente dura. “Me sentía mayor y con más responsabilidades, tenía tres hijos y una muy pequeña con solo 4 años”. Para ella, tomar parte en esta aventura supone poder "demostrar que el cáncer puede curarse, que hay que ser capaz de pelearlo por una misma y por las personas a las que queremos”.
María Aldama nació en Bilbao y vive en Barakaldo. Tiene 38 años y trabaja como maitre. Hace casi tres años le dieron la noticia de que tenía cáncer. “No dramaticé, le di la importancia que consideré que debía darle y no permití que el cáncer se convirtiese en el eje de mi vida. Tan solo me lo planteé como una carrera con meta final”. En todo momento ha estado acompañada por su madre, a la que le detectaron un tumor al mismo tiempo. “El cáncer me hizo aprender a priorizar las cosas de la vida cotidiana, a quitar importancia a lo que antes parecía un gran problema, a pedir ayuda –no se es menos valientes ni menos fuerte por ello– y, sobre todo, me ha enseñado a vivir el día a día disfrutando de las pequeñas cosas”.
Nuria Gómez nació hace 44 años en Teruel y es científica marina. Cuando en 2016 le diagnosticaron cáncer de mama estaba dándole el pecho a su hija pequeña. “Fue la mayor bofetada de mi vida”, asegura. La enfermedad le ha ayudado a liberarse del estrés con el que antes vivía y a adoptar nuevos hábitos más sanos. “He aprendido a comer bien, el deporte me libera y es mi vía de escape, estoy en paz conmigo”.
Dada la exigencia del reto, las participantes tuvieron que pasar por pruebas físicas y someterse a un entrenamiento bajo la dirección de un equipo técnico. La asturiana Ángela Pumariega, campeona olímpica en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en la modalidad de Match Race, es la directora deportiva de la expedición. Tras navegar por el Cantábrico y el Atlántico y atravesar el Estrecho, el barco está ya en aguas mediterráneas. Han parado en Cádiz y Málaga y lo harán también en el puerto de Valencia. En la web www.impulsaelbarcopelayo.com se puede comprobar el punto exacto en el que está la embarcación y enviar un mensaje de apoyo a las cinco aventureras. Por cada participación, Pelayo donará un euro a la Fundación CRIS Contra el Cáncer.
A punto de atravesar la #PuertaBluetabsolutions en la punta de Tarifa @RetoPelayoVida@bluetabtweetpic.twitter.com/8vy27AN0vh — Reto Pelayo Vida (@RetoPelayoVida) October 18, 2020
Esta es la sexta edición del RetoPelayoVida, que en esta ocasión, y por las circunstancias de la pandemia, se desarrolla en España. Es una novedad, porque las expediciones anteriores fueron todas internacionales. La primera, en 2015, llevó a cinco mujeres a la cima del pico Uhuru, el punto más alto del Kilimanjaro. Desde entonces cada año cinco supervivientes han llevado a cabo una proeza única para demostrar que tras la enfermedad puede haber mucha vida.
