¿Cómo recuerdas tu primer día de trabajo? Lo recuerdo cargado de nervios y de una ilusión enorme, esa mezcla tan característica de quienes están aún en la universidad y sienten que el mundo se abre ante ellos.

¿Quién es la persona que más ha influido en tu carrera? A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte de encontrarme con varias personas que me han dejado huella, pero destacaría a dos líderes, y subrayo líderes, no jefes, que me inspiraron profundamente y me enseñaron a entender la vida profesional desde la perspectiva que tengo hoy.

Descríbete con tres adjetivos. Optimista, decidida y responsable.

¿Qué talento te habría gustado tener? Me habría encantado poseer el don natural para el dibujo y la pintura. Hoy disfruto mucho pintando, pero lo hago sabiendo que mi destreza no alcanza la habilidad que me habría gustado tener.

¿Cuál es el mejor cumplido que te han hecho? Que tengo una energía capaz de transmitir calma y entusiasmo al mismo tiempo.

Elige una mujer cuya carrera te haya inspirado. La mujer que más me ha inspirado siempre ha sido mi madre. Como profesora, vivió su vocación con una pasión constante que siempre me ha impactado. No recuerdo un solo día en que saliera de casa quejándose, a pesar de las dificultades de su trabajo y del reto de cuidar a cinco hijos. Su entrega, su compromiso y la manera en que supo combinar generosidad y exigencia son un ejemplo que sigue guiando mi propia forma de entender la vida profesional.

¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional hasta la fecha? Construir un equipo de verdad. En mi papel actual al frente del área B2B de Evercom, lo más desafiante ha sido escuchar, comprender y cohesionar a personas muy distintas para crear una estructura que avance unida, con un auténtico espíritu de hermandad.

Si pudieras elegir a cualquier persona, ¿con quién te gustaría trabajar? Me encantaría trabajar con Agatha Christie. En Evercom nos dedicamos también a construir historias, a darles forma y sentido para conectar con las personas, y creo que colaborar con alguien que entendía la narración con tanta precisión, ritmo y maestría sería una experiencia incomparable. Su talento para crear mundos y personajes, para mantener la tensión y la emoción, es una fuente de aprendizaje que trasciende generaciones.

¿Y con quién te irías de cañas? Me encantaría irme de cañas con los protagonistas de Friends: Phoebe, Ross, Chandler, Rachel, Monica y Joey. Ser un día parte de su grupo y, con permiso de los guionistas, salir del café y trasladarnos a un bar en Madrid para tomarnos unas buenas cañas entre risas.

¿Qué te hace reír? Soy una persona especialmente risueña. Me río con mis amigos, con un buen monólogo o con una comedia bien construida. Durante un tiempo hice teatro, y recuerdo que un profesor me decía que hacer llorar es mucho más sencillo que hacer reír; con los años he comprendido cuánta verdad hay en esa frase.

¿Y lo que más te enfada? La mentira y la hipocresía. Pocas cosas me resultan más desconcertantes o más ajenas.

Si volvieras atrás, ¿harías algo de forma diferente? Creo que sí. Si tuviera la posibilidad de retroceder en el tiempo, me permitiría experimentar otras formas de hacer y de vivir. No porque reniegue de mi vida actual, que me encanta, sino porque la curiosidad por las alternativas, por las vidas posibles, también forma parte de mí.

¿Cuál es tu bien más preciado? La salud, tanto la mía como la de las personas a las que quiero. Todo lo demás puede esperar, transformarse o reconstruirse.

¿En qué ciudad te gustaría vivir? Si hablamos de España, me quedo con Málaga; siempre aparece en mi imaginario como un lugar ideal. Su clima, su gente, su energía cultural, su gastronomía y la posibilidad de disfrutar del mar la convierten en una ciudad profundamente atractiva. Fuera del país, sin duda, elegiría París, por su historia, su cultura y esa mezcla de sofisticación y vida cotidiana que siempre me ha fascinado.

Si eligieses una profesión diferente, ¿ cuál sería? Probablemente me habría orientado hacia disciplinas vinculadas al arte, ya fuera el cine o la pintura. Son mundos que siempre me han llamado la atención por su capacidad de narrar, emocionar y trascender.

¿Qué experiencia que todavía no hayas vivido te gustaría vivir? Son muchas las experiencias que aún me gustaría vivir: ver crecer a mi familia, descubrir países y lugares que todavía no conozco y seguir acumulando primeras veces que mantengan viva la curiosidad.

¿Qué haces para desconectar del trabajo? La desconexión es esencial. En mi caso, el cine en la gran pantalla o en casa es una de mis grandes vías de escape. También encuentro refugio en la lectura y en el tiempo compartido con familia y amigos, que para mí es tan necesario como reconfortante.

Recomiéndanos un libro, un disco, una serie y una película. Podría citar multitud de títulos, pero si pienso en este año, me quedo con Frankenstein, de Guillermo del Toro, una obra que entrelaza con maestría la belleza estética y la profundidad emocional. Del Toro recupera la esencia de la criatura concebida por Mary Shelley, una figura que el tiempo y sus múltiples reinterpretaciones habían ido desdibujando hasta casi desvirtuarla por completo. En literatura, me quedo con Los Miserables, una lectura que me marcó en la adolescencia y que vuelve a resonar ahora que el musical ha regresado a Madrid. En el ámbito de las series, vuelvo a 2025 y recomiendo una serie que he visto recientemente, Dept. Q, protagonizada por Matthew Goode, me parece especialmente interesante por su manera de abordar la investigación policial desde un prisma más humano y psicológico. Y en cuanto a la música, recomendaría La Jauría, de Dani Fernández.

¿Dónde te ves dentro de diez años? Me imagino viviendo una vida plena, rodeada de las personas que más quiero. Aspiro, sobre todo, a mantener un equilibrio real entre lo personal y lo profesional, y a sentir que sigo creciendo sin perder la esencia de quién soy.