La larga lista de desafíos de Marta Ortega al frente de Inditex
La guerra en Ucrania, una inflación galopante, nuevos competidores… son muchos los retos inesperados con los que se encontrará la nueva presidenta del gigante textil
El 1 de abril es la fecha elegida. Marta Ortega tomará entonces posesión de su cargo como presidenta de Inditex en sustitución de Pablo Isla, que dejará la compañía tras diecisiete años de exitosa gestión. Difícilmente podría imaginar Ortega, cuando fue nombrada a finales de noviembre, lo difíciles que se iban a poner las cosas, guerra incluida, justo antes de que tomara el control del imperio textil fundado por su padre.
Inditex tendrá que hacer frente en los próximos meses a las consecuencias para su negocio de la invasión rusa de Ucrania. Siguiendo los pasos de competidores como H&M, Tendam (propietaria de Cortefiel y Women’ Secret), Asos y Mango, la multinacional española anunció el pasado 5 de marzo la suspensión temporal de sus operaciones en Rusia, el segundo mercado para Inditex por número de tiendas, solo por detrás de España. El gigante gallego echó el cierre de sus 502 establecimientos (86 de ellas de Zara) y sus canales online en el país, que representa en torno al 8,5% de su beneficio operativo (EBIT). Como sucedió durante el cierre provocado por la Covid, la compañía seguirá manteniendo el sueldo de sus más de 9.000 trabajadores en Rusia. La noticia del cese de su actividad en el país provocó una caída de las acciones de Inditex del 6%. Ya antes, al inicio del conflicto, la compañía cerró también los 79 establecimientos que tiene en Ucrania.
Pero la guerra de Putin no será el único problema con el que se encontrará Ortega. El aumento del coste de los carburantes, una inflación galopante, los problemas de la cadena de suministros, la falta de confianza de los consumidores, el resurgimiento de la Covid en China (otro de sus mercados clave) y el crecimiento de competidores digitales como Shein también preocupan a la empresa con sede en Arteixo.
Reforzar su apuesta por el online es una de las prioridades de la compañía para mantener su posición en el mercado. La pandemia aceleró la puesta en marcha de su plan para hacer crecer su negocio digital, un proyecto en el que Inditex ha invertido 1.000 millones de euros. Esto también ha supuesto el cierre, solo en 2021, de 751 tiendas. El objetivo inicial era que las ventas del canal digital pasaran a representar el 25% del total en 2022, desde el 14% de 2019, un objetivo que, gracias al boom online de los últimos dos años, Inditex alcanzó ya en 2021.
La sostenibilidad será otro de los retos que tendrán que afrontar en esta nueva etapa Marta Ortega y Óscar García Maceiras, el nuevo consejero delegado del grupo. En este ámbito, la compañía también ha avanzado en los últimos tiempos. Como el resto de las principales empresas del mundo de la moda, Inditex se ha comprometido a reducir sus emisiones a la mitad para 2030. Más recientemente, Zara ha asumido una serie de compromisos en materia de sostenibilidad que culminarán alcanzando la neutralidad climática en 2040.
A todo esto se suman las dudas que sigue generando entre inversores la salida de Pablo Isla y la llegada a la presidencia de Marta Ortega, quien pese a llevar quince años en la compañía, nunca ha ocupado un cargo directivo. El último gran acto de Isla como presidente fue la presentación ayer de los resultados del grupo. Inditex cerró el ejercicio 2021 recuperando la mayor parte de los ingresos y beneficios perdidos durante la pandemia. El gigante gallego cerró el año con unos ingresos de 27.716 millones de euros, un 36% más que en el ejercicio anterior y solo un 2% por debajo de 2019. Sin embargo, los resultados del grupo propietario de Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear o Bershka no parecen haber cumplido las previsiones estimadas, lo que explica que las acciones de Inditex hayan caído hoy un 2,46%
Gracias a la memoria de retribuciones de la empresa se ha conocido también lo que cobrará Marta Ortega. La heredera de Inditex tendrá un salario fijo de 900.000 euros al año, a lo que habrá que sumar otros 100.000 euros por ser consejera.