La anunciada suspensión de las rebajas podría no estar tan clara
El Ministerio de Comercio hace otra lectura de la orden decretada por Sanidad
El Gobierno anunció en el último BOE la suspensión de las rebajas en las tiendas físicas que reanuden su actividad en esta primera fase de la desescalada para evitar aglomeraciones que puedan provocar un repunte de los contagios. O al menos eso pareció en un primer momento, porque el Ministerio de Comercio ha hecho una interpretación de lo publicado en el Boletín Oficial del Estado que apunta no a una prohibición, sino a una limitación de las rebajas.
En concreto lo que dice el texto es que “los establecimientos no podrán anunciar ni llevar a cabo acciones comerciales que puedan dar lugar a aglomeraciones de público, tanto dentro del establecimiento comercial como en sus inmediaciones”. La medida, vigente hasta nuevo aviso, no afecta en ningún caso al canal online, donde los comercios podrán seguir ofreciendo descuentos. “Todos los establecimientos y locales que puedan proceder a la reapertura al público según lo dispuesto en este capítulo podrán establecer, en su caso, sistemas de recogida en el local de los productos adquiridos por teléfono o en línea, siempre que garanticen una recogida escalonada que evite aglomeraciones en interior del local o su acceso”, puntualiza el BOE. Cabe recordar que los comercios que pueden volver a la actividad en los territorios que vayan entrando en la fase uno son aquellos cuya superficie no sobrepase los 400 metros cuadrados y con un aforo máximo de hasta el 30%.
La orden emitida por el Ministerio de Sanidad, la principal autoridad en la gestión de la pandemia, hizo saltar todas las alarmas en el sector de la moda, que, ante las dudas provocadas por la redacción de la disposición, se han dirigido al Ministerio de Comercio. En una aclaración remitida a los principales grupos de distribución del país a la que ha tenido acceso Modaes, este departamento asegura que lo que “se restringe son las aglomeraciones, no las rebajas”. Según Comercio, una restricción de las promociones requeriría una modificación de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista que no se ha producido. Por eso, indican desde esta cartera, “hay que interpretar dicha norma en el sentido de que lo que se prohíben son las aglomeraciones y no la posibilidad de hacer rebajas y promociones en establecimientos físicos”.
En realidad tampoco existe unanimidad dentro de la industria a la hora de valorar la conveniencia de las rebajas en este momento. Parte del sector confía en las promociones para reactivar las ventas y deshacerse del stock que inevitablemente se ha ido acumulando pese a la estrategia de descuentos online que han llevado a cabo principalmente las grandes empresas durante estos dos meses de confinamiento. Según el Barómetro de Acotex, la asociación empresarial del comercio textil, complementos y piel, las ventas en abril cayeron un 89,5% (tienda física + online), quedando el acumulado anual con un descenso del 36,6% con respecto a 2019. El pequeño comercio, sin embargo, había pedido la suspensión de las rebajas de verano argumentando que en estas circunstancias es mayor su desventaja frente a las grandes cadenas, al no contar con las plataformas online ni con la capacidad para ofrecer descuentos agresivos que tienen gigantes como Inditex o Mango.
Sea como fuere, se permitan o no finalmente las rebajas, el Gobierno pretende limitar en la medida de lo posible las concentraciones de público en la reapertura de los comercios y evitar imágenes como las de las kilométricas colas, sin distancia de seguridad alguna, que se registraron tiendas como Zara el primer día de desconfinamiento en Francia.
Lo que está empezando a ser TT en #París en este primer día de #desconfinamiento. — Almudena Ariza (@almuariza) May 11, 2020
Las colas en #Zarapic.twitter.com/4cDkoX9Huz
