Se buscan conductoras
Las empresas de transporte fijan el objetivo en las mujeres
El carnet de conducir entró en vigor en España en 1918. Podían sacárselo las mujeres solteras y viudas, las casadas necesitaban un permiso del marido para examinarse. La leonesa Catalina García González fue en 1925 la primera en lograrlo. También fue la primera en conseguir la concesión de una línea regular de viajeros, una ruta que atravesaba una veintena de pueblos y que ella recorría cuatro veces al día.
A pesar del tiempo que ha pasado y de que, frente a la creencia popular, los datos de la DGT confirman que ellas son mejores conductoras –los varones sufren el doble de accidentes y más graves, reciben más multas por exceso de velocidad y cometen cinco veces más infracciones por consumo de alcohol y drogas— el del transporte sigue siendo un sector eminentemente masculino. Las mujeres siguen estando poco representadas tanto en los puestos de conducción como en los de dirección y mantenimiento.
“Este autobús queremos que lo conduzcas tú” es el mensaje que decora setenta autobuses de Alsa que recorren estos días las carreteras españolas invitando a las mujeres a unirse a la empresa. La compañía ya puso en marcha el año pasado el Plan Equilibra con este mismo objetivo, firmó el Código de Buenas Prácticas para la gestión del talento femenino promovido por la Fundación Mashumano y se adhirió al Programa Europeo Women in Transport de la Comisión Europea. Este año se ha unido también a la iniciativa Más mujeres, mejores empresas, promovida por la Secretaría de Estado de Igualdad.
Pero Alsa no es la única empresa preocupada por reclutar a más mujeres. El sector europeo del transporte por carretera se enfrenta a la mayor escasez de conductores profesionales en décadas. Según el último informe de la International Road Transport Union (IRU), el 21% de los puestos del transporte de mercancías y el 19% del de autobuses y autores están vacantes. La dificultad del sector para atraer a los jóvenes y, sobre todo, a las mujeres, que representan solo el 2% de sus profesionales, se apunta como una de las principales causas.
En una reciente reunión celebrada en Zagreb para analizar la situación, la Unión Europea de Transportistas por Carretera estimaba en unos 50.000 el número de conductores profesionales necesarios para cubrir las ofertas de las empresas: 23.000 en Francia, 15.000 en Italia y 12.000 en España. Pero según la UETR, el problema no afecta solo a las empresas occidentales, sino que también en los países del Este de Europa empiezan a escasear los chóferes profesionales. Es una de las razones que ha llevado a Rusia a levantar la prohibición a las mujeres a ejercer esa profesión (intentar acortar la importante brecha salarial que existe en el país es otro de los motivos). En 2021 dejará de tener vigor una norma que databa del Código de Trabajo soviético de 1922 y que vetaba a las mujeres trabajos considerados un perjuicio para su salud o que pudieran a afectar a su reproducción, entre ellos, la conducción de camiones, autobuses o vehículos de la industria ferroviaria y marítima.
