Parece que todas las camisetas siguen el mismo esquema: dos trozos de tela cosidos que dejan huecos para meter la cabeza y los dos brazos. Pero ¿qué pasa cuando quien va a usar esta prenda tiene un solo brazo? O va en sillas de ruedas.
La cuestión de encontrar prendas, fuera del chándal, bonitas y prácticas se complica entonces bastante. Es el nicho que pretende cubrir la marca Free Form Style, creada por Carolina Asensio y Marina Vergés, una empresaria y una periodista de moda que, además, son primas.
La idea nació de una traumática experiencia familiar. José Luis, hermano de Carolina y primo de Marina, sufrió un ictus que le dejó con un 80% de discapacidad. “A raíz de este suceso descubrimos que resultaba imposible encontrar en nuestro país una marca solo de ropa inclusiva, que además de cómoda fuera atractiva y que siguiera las tendencias de la moda”, explican. Sí las había en países como Estados Unidos, Canadá, Argentina y Países Bajos, pero no aquí.
Viendo una oportunidad de mercado, se lanzaron a crear su propia marca. Para montar la empresa se pusieron en contacto con Tecnocampus, en Mataró y entraron el programa Reimagine Textile, dedicado específicamente a empresas textiles. Allí, con ayuda de un mentor, se formaron durante un año. Carolina lleva la parte empresarial, mientras que Marina, estilista y especialista en periodismo de moda, se encarga de las campañas, la relación con los clientes y los medios.
Sus prendas se dirige a personas con movilidad reducida (en sillas de ruedas, con prótesis, etcétera) o diversidad funcional, y adaptan los patrones para crear nuevas estructuras más cómodas para ellos. Por ejemplo, las camisetas son más largas por detrás que por delante, pensando en las personas que están siempre sentadas. Los pantalones son más altos por detrás que los normales para que no se bajen, no llevan bolsillos y se ajustan con una goma en la cintura. Además incluyen apertura de la bragueta con velcro o aperturas con clips en los costados. Para personas con prótesis, los pantalones se abren con cremallera lateral para facilitar que se los puedan poner. También han creado una falta-pantalón que es pantalón por detrás y falda por delante, más cómoda para pasar mucho rato sentada. Las sudaderas tienen botones de presión y/o cremalleras, y son algo más cortas que las tradicionales para evitar que se formen bolsas y arrugas.
Su idea es ir haciendo microcápsulas cada poco tiempo, añadiendo prendas especiales adaptadas a casos particulares. “Tenemos muchas ideas para responder a todo tipo de necesidades”.
Todas las fotos de la campaña se han realizado con modelos que tienen discapacidad. Para localizarlos contaron con la ayuda del Instituto Guttmann de Barcelona, el hospital pionero en España para la rehabilitación de personas con lesión medular, que envió a todas las asociaciones vinculadas con él la hoja de casting.
Además de en su tienda online, tienen un punto de venta en el Instituto Guttmann, un showroom en Mataró y están intentando conseguir un punto de venta físico en Barcelona. “Más adelante nos gustaría tener la colaboración de algunos diseñadores de renombre para confeccionar prendas exclusivas y, por qué no, incluso un desfile de moda en la pasarela 080 de Barcelona”, sueñan.

