Los clásicos de Ikea que vuelven por su aniversario
La empresa sueca recupera algunas de sus piezas más icónicas de los 50 hasta los 2000

Han pasado 75 años desde que, con solo 17 años, y utilizando el dinero que su padre la había dado como recompensa por su éxito en los estudios, Ingvar Kamprad fundara Ikea. Para celebrarlo, la compañía sueca ha decidido rescatar algunos de sus iconos. Gratulera es el nombre de la colección vintage que recupera una selección de artículos de distintas décadas, desde mediados del siglo pasado hasta la primera década del actual. Se lanzará en tres fases (en agosto, octubre y diciembre) y estas son algunas de las piezas que incluye:
La elegancia ‘mid century’
Ya están a la venta los primeros muebles, que remiten a los 50 y los 60, una época en la que Ikea creó algunos de sus artículos más icónicos, con maderas más oscuras y líneas clásicas. La mesa Lövbacken (anteriormente Lövet), con tres patas y esquinas cubiertas con metal, fue uno de los primeros. La idea de empaquetar en plano surgió por casualidad entonces, cuando un trabajador, Gillis Lundgren, decidió quitar las patas de la mesa para hacer que encajara en su pequeño coche y no se dañara durante el traslado. En la actualidad casi todos los productos de Ikea vienen en paquetes planos.

La lámpara de pie Knäsjö se lanzó en 1958 con el nombre de Trinett y la descripción de “supermoderna”. Por entonces las pantallas solían de diferentes colores, pero ahora vienen todas en blanco y, claro está, con bombillas LED.

Ikea lanzó el sillón Gagnet en 1958, cuando abrió su primera tienda en Älmhult, Suecia. Durante la gran apertura, todos los periodistas tuvieron la oportunidad de sentarse en este sillón de diseño redondo con el que querían representar un futuro optimista.

El sillón Strandmon, uno de los favoritos del fundador, vuelve con nuevos colores.

La silla Bjurån, anteriormente conocida como Ögla, se lanzó por primera vez en 1961. Se ha estado fabricando en la misma fábrica de Polonia hasta el día de hoy, y la madera maciza se sigue curvando a mano de la misma manera artesanal.

El colorido de los 70 y los 80
Uno de los clásicos de esa época son los sofás acolchados Klippan. “Es un tributo al grupo de Memphis, un movimiento de diseño de los 80 que fue muy popular durante aquella época. El sofá Klippan fue uno de los primeros sofás asequibles que pudimos ofrecer, motivo por el que es un icono de su tiempo”, explica Karin Gustavsson, directora creativa de la compañía. En aquel tiempo se decidió que el salón era territorio infantil, por lo que se diseñó para que aguantara los juegos. En la propuesta actual vienen con nuevas fundas color amarillo brillante, rojo candente y azul cobalto.

Cuando se lanzó en 1983, el sillón Räane se llamaba Jarpen. Su diseñador, Niels Gammelgaard, se propuso desafiar la idea clásica de sillón y hacer uno cómodo sin utilizar relleno o tela. ¿La solución? Un material de malla cuyo diseño hace un uso eficiente de los recursos.

Durante los 80, Åsa Gray fue una de las diseñadoras más importantes de Ikea. Creó para la marca muchos artículos, entre otros, coloridos cojines y alfombras que representaban bien las tendencias de la época.

El minimalismo de los 90
Sencillo y minimalista, mezcla de maderas claras con patrones gráficos; es decir, las claves del diseño moderno escandinavo. “Durante los 90, optamos por una expresión más natural. Creo que el mobiliario escultural de Thomas Sandell es icónico. El banco pequeño, con ruedas en uno de los extremos y patas en el otro, era una obra de diseño deseada por muchas personas en ese momento”, afirma Karin Gustavsson. El banco Ikea PS se lanzó en la primera colección PS, en 1995. Esas dos letras son una referencia a “Post Scriptum”, un añadido a algo ya escrito: la forma de la compañía de decir que estaba añadiendo algo a su propuesta.

Los textiles de Sippruta se diseñaron para la primera colección de Ikea PS en 1995. La idea era crear una base textil para la colección, compuesta por patrones clásicos y atemporales, diseñados para que duraran largo tiempo.
