María Santoyo (PHotoEspaña): “No creo que la IA acabe con la creatividad humana”
Santoyo asumió el año pasado la dirección del festival de fotografía más importante de nuestro país
‘Después de todo’ es el lema de la 28 edición de PHotoEspaña, que se presenta como una reflexión sobre la imagen como testigo y herramienta frente a los grandes desafíos contemporáneos. Desde la memoria histórica hasta la justicia climática o las nuevas identidades, PHotoESpaña reivindica el papel de la fotografía “como agente de resistencia, disidencia o cambio en tiempos de conflicto o posconflicto”, explica María Santoyo, directora desde el año pasado del festival de fotografía más importante de nuestro país. El ambicioso programa de esta edición incluye 103 exposiciones, que se desarrollarán hasta el 14 de septiembre en distintas sedes, y en ellas participarán 360 artistas visuales. Las mujeres suponen casi la mitad de la sección oficial. Lejos de ser una casualidad, esta destacada presencia femenina es, explica Santoyo, “una decisión consciente que responde a una realidad”. Además, y por primera vez, PHotoESPAÑA incorpora la figura del país invitado y dedica una sección especial a Chile, con exposiciones de Lotty Rosenfeld, Julia Toro, Michael Mauney y Martin Gusinde. Cuatro exposiciones, en distintas sedes de Madrid y Santander, acercarán al espectador a una producción fotográfica atravesada por la historia reciente del país.
¿Hay alguna exposición o artista que consideres especialmente representativo o imprescindible en esta edición?
El programa es muy rico y todas las propuestas de la sección oficial pretenden responder a distintas demandas e intereses del público, pero son especialmente relevantes la exposición de Lotty Rosenfeld, cabeza de cartel de la programación de Chile, país invitado, y la de la afroestadounidense Ayana V. Jackson, por tratarse de la primera exposición en Europa de una artista con gran proyección internacional.
¿Cómo ves la situación actual de la fotografía en España? ¿Vive un buen momento creativo?
Desde luego, España tiene en este momento una generación formada entre los años 90 y 2000, en el cambio del analógico al digital, que accedió a buenas oportunidades educativas en el ámbito internacional, al boom de la edición fotográfica y a la atención de las instituciones al medio fotográfico, y que ahora han consolidado sus carreras con propuestas creativas muy destacadas y además han dejado un legado a las nuevas generaciones, que trabajan con mucha libertad, hibridando sus propuestas con naturalidad al ser nativos digitales.
“En el caso de la foto, la IA genera tensiones derivadas de la ausencia de legislación clara relativa a derechos de autor, y en el caso del fotoperiodismo, supone directamente una amenaza tanto para la profesión como para la sociedad, que requiere de información veraz y rigurosa”
¿Crees que la IA acabará con esa creatividad?
La IA está afectando a la sociedad y el trabajo en su conjunto. En el caso de la foto, genera tensiones derivadas de la ausencia de legislación clara relativa a derechos de autor, y en el caso del fotoperiodismo, supone directamente una amenaza tanto para la profesión como para la sociedad, que requiere de información veraz y rigurosa, y puede llegar a desconfiar de los valores democráticos esenciales si considera sospechosa cualquier imagen o noticia. Sin embargo, en el ámbito creativo, artístico, y siempre desde un posicionamiento ético claro, yo defiendo la IA como un medio más, y considero positivo que esté al alcance de los artistas, porque su uso genera pensamiento crítico en los espectadores y un mayor conocimiento de cómo opera la tecnología y cuáles son sus límites. No creo que la IA acabe con la creatividad humana, como tampoco ninguna tecnología anterior ha supuesto una merma en este sentido. Los buenos artistas generativos que conozco son, ante todo, profundamente experimentales, reflexivos y creativos.
¿Qué tendencias dominarán en la próxima década?
La práctica fotográfica clásica está tendiendo por un lado a la objetualidad, cada vez más autores trabajan con la imagen aplicada a un objeto o un espacio: fotoesculturas, instalaciones, etcétera. Por otro, a la hibridación de medios, experimentando con impresiones sobre soportes distintos, interacción con otras plásticas o lenguajes, etcétera. Y por último, a la experimentación tecnológica. Yo diría que la fotografía se expande y que ahora podemos hablar de arte basado en la imagen en un sentido más amplio.
Esta es la 28 edición de PHotoEspaña. ¿Cómo ha ido evolucionado en estos años?
Es un festival con una trayectoria muy extensa, que siempre ha apostado por la calidad y una retroalimentación con los espacios y agentes con los que colabora. Cada director artístico, cada elenco de artistas presentes en cada edición y los distintos agentes culturales implicados en la red que conforma el festival han otorgado una personalidad propia a cada edición. Por supuesto, como todo certamen cultural, ha sido reflejo de los distintos paradigmas del sector y del entorno sociocultural, así como del contexto económico, pero pienso que es una estructura versátil y con capacidad de perdurar y proyectarse hacia el futuro, acogiendo a las personas y equipos que decidan formar parte de ella.
¿Cómo se seleccionan los artistas y exposiciones que forman el programa?
Al incorporarme al cargo tracé un plan curatorial a tres años que pudiese generar un contexto a las distintas muestras de la sección oficial, que sí proponemos directamente o consensuamos con las distintas sedes en base a un marco temático coherente. Pero el festival ofrece varios modelos de colaboración (sedes invitadas, festival OFF para las galerías, etcétera) que permiten, siempre desde criterios de calidad y pertinencia, sumar distintas propuestas en torno a la foto y las artes visuales.
¿Hacia dónde te gustaría llevar PHotoEspaña en los próximos años?
Hacia el público desde los artistas, siempre, y en consonancia con la sociedad que nos circunda.
