La película contribuyó mucho a perpetuar la imagen de los tiburones como animales sanguinarios y peligrosos, una imagen que Valerie Taylor lleva décadas intentando desmentir.  “Vi mi primer tiburón, un gran tiburón, en los cincuenta cuando buceaba con mi hermano en la costa de Sídney, y nos quedamos horrorizados. Entonces ambos pensamos que habíamos estado a punto de morir.  Ahora sé que no fue así. Era un tiburón nodriza, que nunca lastimaría a nadie, pero no lo sabíamos”, explica. “Las personas sienten curiosidad por un animal salvaje que podría ser potencialmente peligroso, pero la mayoría de los tiburones no lo son”. De hecho, tras esa primera experiencia, asegura que no volvió a pasar miedo. “Hubo un par de veces en las que estuve en peligro, pero no sentí miedo. Todo lo que tenía en la cabeza era que tenía que salir de ahí, que quería vivir, pero no miedo”.

Su historia ha sido ahora llevada a la pequeña pantalla en un documental de National Geographic que se estrena en exclusiva en Disney+ este viernes. Dirigido por Sally Aitken y con la producción de Bettina Dalton, Jugando con tiburones sigue, a través de espectaculares imágenes de archivo y entrevistas con ella, la trayectoria de esta exploradora del océano, desde su etapa de campeona de pesca submarina hasta convertirse en la defensora de los tiburones que es hoy. Una defensora apasionada que también sabe mantener las distancias. “Realmente no amo a los tiburones, los admiro y respeto. Es un maravilloso animal salvaje”, asegura.

Bettina Dalton conoció la historia de Valerie en su adolescencia gracias a una portada de National Geographic. “Vi esa imagen y se me quedó realmente grabada. Pensé que era una superheroína, una mujer maravillosa”, explica. “Hace unos años estaba viendo la película sobre Jane Goodall y pensé: espera un segundo, tenemos aquí en Sídney una mujer increíble y un archivo increíble sobre ella”. Poco después se unió al proyecto la directora Sally Aitken, también australiana. “Como cineasta siempre estás buscando un personaje carismático, imágenes asombrosas y una historia que creas tiene algo que ofrecer. Obviamente, la de Valerie tiene todo esto”, explica. “No crecí sabiendo de Valerie como Bettina. Para mí fue toda una aventura. Tal vez la combinación de la familiaridad de Bettina con mis ojos frescos sea una de las razones por las que la película tiene un interesante equilibrio”.

La protagonista del documental espera que ayude al público a reflexionar sobre lo que le estamos haciendo al entorno. “Nuestra presencia ha sido perjudicial para toda la vida que sustenta este planeta: para los animales salvajes, para los bosques, para los océanos”. O cambian las cosas, empezando por la sobrepesca, o las consecuencias serán devastadoras e irreversibles, asegura. “Tenemos que ser conscientes de que no podemos seguir arrasando con todo lo que vive en el océano. Podemos pescar, pero no seguir capturando todo lo que se mueve, que es lo que sucede ahora. Eventualmente vamos a destruir el planeta, y lo primero que va a ser destruido son los océanos. Depende de nosotros marcar la diferencia y elegir el cambio. El océano no puede defenderse, tenemos que protegerlo nosotros”.