Gracias a la tecnología en streaming, los audiolibros están viviendo un momento de auge, al igual que los pódcast. Un 34% de los españoles ya ha escuchado por lo menos uno alguna vez. Además, el número de personas que escucha audiolibros con regularidad prácticamente se ha duplicado en los últimos meses y, en la actualidad, un 5,2% de la población lo hace al menos una vez al mes, un 79% más que en 2019. Son datos proporcionados por Audible durante la celebración de una mesa redonda en la que participaron representantes de algunas de las principales editoriales en España, escritores y narradoras.

También confirma la tendencia el informe (el segundo, ya) realizado ya en España por Prodigioso Volcán, que señala que el 22,9% de los encuestados ha comenzado o intensificado el consumo de audiolibros. Lo cierto es que apenas hay usuarios de internet en España que no sepan de su existencia: solo un 11,6%. Su cuota de popularidad (88,4%) supera incluso a la de los asistentes de voz (85,9%), preinstalados en los teléfonos móviles que todos llevamos en el bolsillo. Y aunque no se escucha tanto como el pódcast, su consumo (32,2%) también ha recibido un notable impulso este año, sumando cinco puntos porcentuales sobre la cifra de 2019.

A la hora de enumerar las ventajas de los audiolibros, sus usuarios se centran en las motivaciones más prácticas. Casi una de cada tres personas destaca poder escuchar historias mientras realiza otras actividades y un 19% la comodidad de uso. Entre los inconvenientes, a un 15% les resulta pesado y a cerca de un 10% le preocupa perder el hábito de leer.

Según el informe de Prodigioso Volcán, tres grandes plataformas han dominado el mercado de los audiolibros. La primera es Google Play Books (25,8%), que cuenta con la ventaja de estar preinstalada en Android, el sistema operativo con mayor penetración en el mercado. La segunda es Spotify (24,5%), una plataforma que ha sabido dar el salto de la suscripción musical al pódcast (con un 48,2% de usuarios) y los audiolibros (24,5%). Este último dato, sin embargo, refleja un importante retroceso en comparación con 2019, cuando aglutinaba un 43,8% de los usuarios de audiolibros. Le sigue en la tercera posición AudioBooks, con un 21,8% de los usuarios españoles a través de un servicio de suscripción. El resto de la tarta se reparte entre otros actores que pujan por hacerse un hueco y subir posiciones. Es el caso de Audible (13,1%), de Amazon; Apple Books (12,7%), preinstalada en el ecosistema de Apple; Storytel (12,3%), o la española iVoox (10,3%).

Para Santos Palazzi, director del área mass market y digital en Editorial Planeta, compañía que ya ha sonorizado 1.200 títulos y que ha creado el sello Planeta Audio, “el audiolibro ha sido el último en llegar, pero ha roto todos los moldes. En Planeta hemos multiplicado por cuatro la cifra de negocio del año pasado. Merece la pena la inversión, ya que hay mercado y el mercado responde. Hacer crecer el mercado pasa por hacer crecer la oferta.” En este sentido, Palazzi destacó dos segmentos, “el infantil-juvenil y el de la no ficción, todavía poco representados en los audiolibros”.

En la citada mesa redonda, Palazzi destacó también que pensaban que el audiolibro le iba a encajar más a la gente joven, pero les ha sorprendido que triunfe en el target de 25-35 años, “aunque vale para todos los públicos, obviamente”, puntualizó. Juan Baixeiras, country manager de Audible, detalló que los datos que manejan sitúan en un 60% el porcentaje de consumidores de audiolibros que tienen entre 25 y 55 años. 

Eva Congil, directora general de la editorial Anagrama, explicó que en 2020 sumaron el formato audiolibro a su catálogo y que planean terminar 2021 con cuarenta títulos: “Estamos comenzando y queremos crear un catálogo de buenas referencias duradero en el tiempo”. Entre sus proyectos más interesantes figuran Lolita (Vladimir Nabokov), narrado por Mario Gas, y Lectura fácil (Cristina Morales). Por su parte, Blanca Rosa Roca, directora y fundadora de Roca Editorial, comentó que hacer un audiolibro cuesta entre 5.000 y 6.000 euros, por eso editoriales como la suya tienen que asociarse con las plataformas para afrontar la inversión. “Los actuales modelos de suscripción a plataformas son muy buena opción para el oyente, pero no tanto para el editor y el autor”.

En este punto le da la razón el escritor Javier Sierra (El fuego invisible): “El audiolibro ha llegado para crear industria, no solo para crear cultura. Es muy positivo todo el trabajo que va a dar a los actores. Lo único negativo es la parte que recogemos editores y autores. Hay que compensar. Es necesario buscar un punto medio de equilibrio y que no pase lo mismo que les pasó a los músicos con Spotify”. Sierra, que ha narrado algunos de sus libros, cree que “estamos en una fase embrionaria, en la que solo hemos llevado el texto al audio. Pero habrá guionistas que convertirán los libros en radionovelas, que ya no se llamarán así, con efectos espaciales, actores para las distintas voces… Son tiempos excitantes”.

La actriz Aitana Sánchez-Gijón, que ha puesto voz a La Regenta y El Ickabog, cree que para hacer bien este trabajo los narradores tienen que buscar “un punto intermedio entre la narración y la interpretación, y conectar con ese lenguaje primigenio de la tradición oral”. Si le dieran a elegir un proyecto, elegiría sin duda narrar El infinito en un junco, el ensayo de Irene Vallejo del que, dice, sería su Fahrenheit 451, en referencia a la novela distópica de Ray Bradbury en la que los protagonistas se tienen que aprender un libro de memoria para evitar la desaparición completa de la literatura.

Su compañera Irene Escolar, que elegiría Jane Eyre, contó la manera en la que decidió hacer diferente al personaje de Atticus en Matar a un ruiseñor, novela que acaba de narrar: “Este personaje era un reto para mí porque todo el mundo tiene en la cabeza a Gregory Peck. No era una cuestión de poner la voz más grave o de cambiarla. Descubrí que si me acercaba mucho al micrófono, mi voz se transformaba en la de Atticus. Todos los demás personajes los hice apartándome más del micrófono”.