Cuentista confinada
“El concepto del tiempo ha cambiado durante estos días”, asegura la exministra Ángeles González-Sinde

“La vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes”, dijo una vez John Lennon. En el último número de nuestra revista en papel recopilamos historias de mujeres que, como muchos de nosotros, han tenido que reinventarse para adaptarse al mundo postcoronavirus. Nuestras protagonistas tenían pensadas otras vidas antes de la pandemia, pero el COVID-19 les ha obligado a imaginar otras formas de hacer y de crear. Una de ellas es la guionista, escritora y directora de cine Ángeles González-Sinde. La responsable de la cartera de Cultura en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero fue nombrada hace unos días presidenta del patronato del Museo Reina Sofía.
La exministra de Cultura es de esas personas que hubieran alargado un poco más el confinamiento. Al principio, Ángeles González-Sinde pasó unos días en estado de shock, sin poder leer o escribir. Pero la parálisis se le pasó rápido, vista su producción de estas semanas. “El concepto del tiempo ha cambiado durante estos días porque normalmente lo asociamos a la productividad. Nuestras rutinas están marcadas por los tiempos para trabajar, desplazarte, comer, reunirte, verte con gente... Pero cuando de repente se paralizó todo nos dimos cuenta de que también hacía falta un tiempo de pausa para que la cabeza se resituase y se generasen las ideas”.
En su casa, con encargos de guiones por elaborar en el horizonte del medio plazo y con ese codiciado tiempo a su disposición, recuperó unos dibujos del ilustrador Joseba Díez y unos textos propios que guardaba en unas carpetas trasnochadas. ¿La excusa? El Día del Libro, para el que montó los ‘confinacuentos’, una especie de historias de cine mudo con música de Freddy Valero, lanzados al ciberespacio para niñas y niños. Ya hay tres cuentos liberados (Carlo Mascarilla, Kirilandia y El conductor de la línea 11) y su intención es seguir lanzándolos, si consigue financiación. “Puedes pedir un favor a amigos, pero solo hasta cierto punto. La situación de los músicos, ilustradores y artistas durante esta pandemia está siendo terrible. Se les ha caído todo”, comenta.
El cómic La tira de las mujeres ha sido otra de sus ocupaciones. En este caso, el tándem creativo lo forma con otra vieja amistad, la dibujante Laura Klamburg. Su espacio habitual antes de la pandemia era la revista Yo Dona, pero el parón de la publicación por el COVID-19 no ha parado a las madres de esta propuesta.

Tras este forzado periodo de reclusión, González- Sinde espera algunos cambios. Cree que muchos seguiremos teletrabajando, al menos en parte, que el presencialismo no será tan valorado, que ganaremos tiempo evitando traslados innecesarios. “Ganaremos nosotros y el planeta, que en solo tres meses parece haberse recuperado algo: mira qué primavera hemos tenido”. Sin embargo, no nos libraremos del ritmo acelerado y las ansias por crecer que impone esta sociedad de consumo, reflexiona, mientras sonríe al pensar que por fin ha recuperado las comidas en su casa con su tía y su madre, a las que ha cuidado también durante este tiempo extraño encargándose de la compra y de que no se sintieran demasiado solas.

Este artículo se publicó primero en el número diez de nuestra revista en papel.