Cinco razones para ver ‘Foodie love’
Isabel Coixet ha rodado su primera serie en Roma, el sur de Francia, Tokio y Barcelona

La semana pasada se estrenó Foodie Love, el homenaje al amor y la gastronomía de Isabel Coixet, dos conceptos que la directora fusiona para reflejar el nacimiento del amor entre dos personas. Sus protagonistas, interpretados por la catalana Laia Costa y el argentino Guillermo Pfening, dan vida a dos solteros que se conocen mediante una app de citas para amantes de la comida, una especie de Tinder foodie. La relación evoluciona a lo largo de sus ocho capítulos con la comida como epicentro. Si todavía no la has empezado, aquí van unas cuantas razones para lanzarte a devorar esta apetitosa serie.
Por su cuidada estética marca de la casa Isabel Coixet
A la española llevan años ofreciéndole dirigir capítulos de series como Homeland, True Blood o Narcos, pero ella siempre rechazaba la oportunidad porque lo que de verdad quería era llevar las riendas de su propio proyecto para controlar cada detalle. El aspecto visual de cada capítulo de Foodie Love está cuidado al extremo. De hecho, Coixet ha trabajado con cuatro directores de fotografía para que cada escenario fuera un universo propio.

Por la química entre sus protagonistas
Es indiscutible que la pareja formada por Laia Costa y Guillermo Pfening funciona. Cuando hablan de amor, de sexo, de sus miedos, de sus sueños y de la vida en general logran una conexión con el espectador que no logran muchas series. Los actores han contado que para preparar sus papeles, la directora les hizo comer juntos y hablar durante varios días, lo que seguramente está detrás de la naturalidad y química entre ambos actores.
Por sus escenarios
La historia cuenta la relación entre los protagonistas, pero además lo hace en entornos maravillosos. La serie no es solo un viaje personal y gastronómico, sino también por el mundo. Se ha rodado entre Barcelona, el sur de Francia, Roma y Tokio, y nos acerca a rincones no muy habituales de algunas de las ciudades más retratadas por el cine y la televisión.

Por ser actual
En un momento en que cada vez más relaciones nacen en aplicaciones y webs de citas, Foodie Love resulta un relato tremendamente contemporáneo. Los protagonistas podrían ser el reflejo de muchos millennials de hoy en día.
Por la comida y los locales (reales) que descubrirás
Seguramente sea la mejor razón. Los protagonistas están todo el rato visitando restaurantes, bares o cafeterías. Y comen. Comen y beben de todo: ramen, tortillas, gelatos y chupitos de sake. Un auténtico festín en todos los sentidos. Lo mejor es que la mayoría de los lugares que aparecen en la serie son reales. Por ejemplo, la coctelería secreta regentada por Yolanda Ramos en la ficción es Paradiso, situado en Carrer de Rera Palau 4, en Barcelona. La heladería La filosofía del gelato existe y está en la Vía Governo Vecchio, 85, en Roma, aunque con el nombre de Ice Crome. Y el pequeño local japonés donde la protagonista bebe sake es La Jetée y está situado en el barrio tokiota de Shinjuku.
