La francesa Malika Favre ha creado la última portada del New Yorker. La ilustración muestra a cuatro cirujanas retratadas desde el punto de vista de un paciente en la mesa de operaciones. La publicación reconoce así la cada vez mayor presencia de la mujer en el mundo de la salud y la medicina.

Doctoras de todo el mundo han aplaudido el gesto de la revista y lo han hecho lanzándose a recrear la portada. La primera fue Susan Pitt, una cirujana de la Universidad de Wisconsin que se hizo una foto junto a tres compañeras y la compartió en Twitter con la etiqueta #ILookLikeASurgeon (#ParezcoUnCirujano). El hashtagse hizo popular el año pasado después de que otra doctora empezara a usarlo para combatir ese extendido estereotipo (dos en realidad) de que los cirujanos son varones y arrogantes.