Elena Moral (Talgo): “Detrás de cada innovación hay historias humanas y oportunidades de transformar el mundo”
Moral es directora de estrategia y transformación de Talgo y ganadora del Premio MAS en la categoría de Tecnología

Elena Moral, galardonada en los XII Premios MAS en la categoría de Tecnología ha liderado proyectos internacionales que han aportado soluciones pioneras en entornos complejos, desde trenes de alta velocidad en condiciones extremas hasta modelos de accesibilidad universal que marcan un nuevo estándar en Europa. Elena Moral es la directora de estrategia y transformación de Talgo y forma parte de su comité de dirección. Ha contribuido de forma significativa al desarrollo de la alta velocidad en España y ha liderado proyectos como Haramain, la línea de alta velocidad que une las ciudades de La Meca y Medina, con un trazado de 450 kilómetros de doble vía electrificada y cinco estaciones. También ha estado al frente del desarrollo de ICE L, para Deutsche Bahn. Por primera vez, la operadora alemana confió a una empresa no local el diseño de sus trenes intercity, con un contrato valorado en más de 2.000 millones de euros.
¿Qué cualidades debe reunir un buen ingeniero?
Un buen ingeniero suele contar con rigurosidad técnica y con una alta capacidad de analizar y resolver problemas complejos. A la vez, requiere curiosidad para aprender de otros campos o nuevas tecnologías y para buscar y aportar nuevas soluciones. También liderazgo y capacidad de trabajo en equipo. Y resiliencia para enfrentar los grandes retos. Se trata de perfiles completos que combinan las habilidades técnicas con las soft skills y que incorporan, por encima de todo, una visión hacia la creación de soluciones al servicio de las personas y del progreso de la sociedad. Entienden que la ingeniería no es un fin en sí mismo, sino un medio para contribuir a crear un mundo mejor.
¿Qué proyecto de tu carrera te hace sentirte más orgullosa?
Sin duda hay proyectos que sientes más cerca o más propios por el impacto que has generado o por lo que te han impactado a ti. Puedo pensar en el desarrollo y puesta en marcha del primer tren de alta velocidad español al inicio de mi andadura profesional, el proyecto Haramain en Arabia Saudí por el desafío técnico que supuso —fue el primer tren de alta velocidad en condiciones extremas desérticas— y por el impacto cultural y social que tuvo en el país o, más recientemente, el proyecto que estamos haciendo para el operador nacional alemán, que está permitiendo llevar la tecnología española al corazón tecnológico de Europa. No obstante, creo que todo lo que vas haciendo, suma, y lo importante es construir un camino con sentido y coherencia, con el que aportes valor y crezcas a lo largo de los años.
¿Es difícil innovar en un sector tan complejo y regulado como el ferroviario?
La regulación en el sector tiene el objetivo último de garantizar la seguridad, lo que en el ferrocarril es irrenunciable. Al mismo tiempo, es un sector eminentemente tecnológico y, por tanto, en evolución constante por el avance de la tecnología. La innovación es una parte esencial en nuestra propuesta de valor, presente en todos nuestros productos y servicios, ya sea desarrollando soluciones con materiales o energías en pro de la sostenibilidad, consiguiendo diseños más inclusivos o utilizando nuevas tecnologías para aportar mayor fiabilidad y eficiencia en nuestros servicios y operaciones propias.
“El futuro va a estar definido por la ciencia, la tecnología y la innovación. Todas las grandes transformaciones —la lucha contra el cambio climático, la movilidad sostenible, la digitalización o la inteligencia artificial— necesitan profesionales STEM”
Haramain debió ser un proyecto extraordinariamente complejo. ¿Cuál fue el mayor reto que afrontasteis?
Técnicamente, lo más difícil fue adaptar la tecnología ferroviaria de alta velocidad a un entorno altamente exigente, con temperaturas de más de 50 grados, altas concentraciones de polvo en el ambiente y atravesando zonas desérticas donde la arena tenía un efecto altamente abrasivo. No había soluciones en nuestro sector y tuvimos que analizar otras industrias, como la militar, para poder evaluar sus diseños. Este proyecto incorpora una altísima dosis de innovación y desarrollo tecnológico que se plasmó en múltiples soluciones en prácticamente todos los sistemas del tren. Al tecnológico se sumó un gran reto en materia de gestión para coordinar y aunar los intereses y necesidades de todos los stakeholders (doce empresas españolas y dos saudíes dentro del Consorcio Al Shoula, el cliente, los organismos de validación, etcétera) tratando de buscar siempre una orientación hacia el objetivo común, el del proyecto. Adicionalmente, se sumaba el reto de trabajar y liderar en un entorno cultural muy diferente.
¿Qué innovaciones crees que veremos en los trenes dentro de diez o veinte años?
Vivimos un momento de cambio sin precedentes en todos los aspectos, desde el punto de vista tecnológico, pero también en nuestra forma de vivir. Pensamos que, en 2050, más del 70% de la población vivirá en las ciudades, aumentando de forma drástica los desplazamientos y llevando a nuestro sector a una necesidad de duplicar la capacidad de transporte de pasajeros, lo que requiere de nosotros elevar la eficiencia del sistema de una forma muy importante. Por otro lado, toda la directiva europea y de cada país requieren una reducción muy importante de las emisiones de CO2, con objetivos concretos en horizontes temporales fijados en el 2030 y el 2050. Aunque las emisiones del transporte el ferrocarril contribuye apenas con un 0,5% al total (dato correspondiente a la Unión Europea), debemos trabajar en tener trenes más sostenibles y eficientes energéticamente. Además, el sector trabaja de forma muy importante para aumentar la intermodalidad y facilitar al usuario la utilización de los distintos sistemas de transporte. Todos estos retos requieren de innovación y de apuesta por la tecnología y la digitalización, para dotar de mayor inteligencia a todo el sistema y contribuir a mejorar la disponibilidad y eficiencia.
¿En qué estáis trabajando para hacer este medio de transporte más sostenible?
Trabajamos siempre en reducir el consumo energético de cada tren, diseñando unidades más ligeras y con una aerodinámica optimizada que nos permiten alcanzar una reducción del consumo energético en torno a un 30% menor que otras unidades convencionales. Asimismo, hemos desarrollado sistemas de tracción que sustituyan a los combustibles fósiles o sistemas de climatización preparados para utilizar refrigerantes ecológicos. También trabajamos en conseguir un ciclo de vida más eficiente, desde la fabricación hasta el reciclaje de materiales al final de la vida útil del tren. En definitiva, en que cada kilómetro recorrido sea más respetuoso con el planeta. Además, como comentaba antes, las nuevas tecnologías y la digitalización nos aportan la eficiencia necesaria para requerir menos recursos y aumentar el valor del sistema en su globalidad.
¿Qué has aprendido de liderar en entornos culturales tan diferentes como Arabia Saudí, Alemania o España?
He aprendido que el liderazgo exige escucha activa y respeto profundo a la diversidad cultural. Cada entorno tiene sus códigos y formas de trabajar, y adaptarse a ellos es fundamental para construir confianza. Pero, al final, lo que une a todos los equipos es el objetivo común y la profesionalidad. Eso es lo que permite superar las diferencias y lograr resultados extraordinarios.
¿Cómo se pueden atraer más mujeres a carreras STEM en general y al sector ferroviario en particular?
El futuro va a estar definido por la ciencia, la tecnología y la innovación. Todas las grandes transformaciones —la lucha contra el cambio climático, la movilidad sostenible, la digitalización o la inteligencia artificial— necesitan profesionales STEM. Si queremos que el mundo avance y sea mejor, necesitamos todo el talento posible, y eso incluye necesariamente a las mujeres. Para atraerlas, debemos mostrarles que elegir una carrera STEM no es solo una opción profesional, sino una forma de ser protagonistas del futuro, de participar en la construcción de una sociedad mejor. A veces, nuestras niñas siguen pensando que son disciplinas frías o inaccesibles, cuando en realidad están llenas de creatividad e impacto social. Hay que mostrar que detrás de cada innovación hay historias humanas y oportunidades de transformar el mundo. Y por supuesto, necesitamos entornos laborales que acojan el talento femenino y lo hagan crecer, porque atraer mujeres no basta: hay que darles un camino para desarrollarse y liderar.
Si pudieras volver atrás y hablar con la joven ingeniera que empezaba hace veinte años, ¿qué consejo le darías?
Le diría: Atrévete a soñar más grande y no pongas límites a lo que crees que puedes conseguir. Habrá momentos de dudas y obstáculos, pero cada reto será una oportunidad para demostrar tu capacidad. Y, sobre todo, no olvides que el valor de tu trabajo no está solo en lo que construyas, sino en el impacto que tendrá en la vida de las personas y en la mejora de nuestro mundo.



