El fenómeno de los ‘vlogs’ silenciosos: las ‘influencers’ anónimas que han enganchado a YouTube con sus rutinas domésticas
Sus publicaciones tienen millones de seguidores en todo el mundo

Frente a la cultura dominante de los influencers, ha surgido un nuevo estilo de vlogeo en el que las creadoras (mayoritariamente mujeres) se centran mucho menos en sí mismas y ocultan sus rostros y sus voces para proteger su privacidad. Se conocen como vloggers silenciosas y se han convertido en una tendencia creciente en YouTube. En lugar de los grandes viajes, los platos exóticos y la actividad frenética que exhiben la mayoría de los influencers, estas creadoras de contenido celebran lo mundano y la cotidaniedad.
Los vlogs silenciosos se caracterizan por la ausencia de diálogos y de la cháchara constante que caracteriza a la mayoría de los vlogs. Sus creadoras son estudiantes universitarias, profesionales o amas de casa que comparten su rutina diaria. Aunque también graban en el exterior, la naturaleza de sus contenidos es principalmente doméstica. Muestran lo que hacen desde que saltan de la cama hasta que recogen la cocina por la noche.
Pero ¿por qué hay millones de personas en el mundo enganchadas a ver a gente haciendo poco más o menos lo que todos hacemos cada día: apagar el despertador, preparar el desayuno, trabajar, cocinar, comer o limpiar la casa? Si buscas emociones fuertes, definitivamente los vlogs silenciosos no son lo tuyo. Su principal atractivo es lo relajantes que resultan, algo que tiene mucho que ver con lo que la psicología sabe desde hace décadas: que las rutinas (al parecer incluso las de otras personas) son una buena fuente de seguridad, tranquilidad y calma.
El fenómeno de los vlogs silenciosos se originó en Corea del Sur hace ya casi un lustro, pero la pandemia y el confinamiento han contribuido de forma decisiva a su expansión primero por el resto de Asia (Japón, Malasia, Filipinas) y después del mundo (han surgido vlogs silenciosos en Estados Unidos, Alemania, Brasil, etcétera). El aprecio por la vida slow y el cuidado del hogar que floreció durante el confinamiento ha impulsado el boom. Estas creadoras de contenido, capaces de convertir el hacerse una taza de café por la mañana en un ritual fascinante, animan a apreciar las cosas buenas del día a día y a tomarse la vida con un poco más de calma.
Su cuidada estética también ha contribuido a su éxito. Lo que en principio podría parecer la filmación de partes aleatorias de las vidas de estas mujeres montadas después sin demasiado planificación, en realidad lleva detrás bastante más trabajo de lo que aparenta. Aunque no hay diálogos, las vlogers silenciosas emplean subtítulos para contar cosas o plantear reflexiones sobre la vida. En ocasiones también acompañan las imágenes de música suave. Y hacen un uso, más o menos sutil, del ASMR (la respuesta sensorial provocada por algunos sonidos), especialmente al cocinar: cuchillos cortando verduras, el agua hirviendo, la pasta que cae, el chisporreteo de una sartén,…
“Este estilo ayuda a los espectadores a apreciar los momentos tranquilos y relajarse al hacer una breve escapada de su ajetreada y estresante vida diaria. Las vloggers silenciosas también nos ayudan a descubrir la diversión y la belleza de las actividades cotidianas, lo que nos permite apreciar las pequeñas tareas y actividades de formas que nunca antes imaginamos”, explica en un post del blog de YouTube Makoto Maeoka, responsable de cultura y tendencias de la plataforma en Japón.
Sin embargo, no todos son fans de este tipo de contenidos. A juicio de Yoon Soo-yeon, profesora de Sociología en la Universidad de Sonoma en California, cuya investigación se centra en la familia y la igualdad de género en Corea del Sur, puede reforzar el estereotipo de las mujeres como principales amas de casa y cuidadoras en el hogar. “Refuerza los roles tradicionales de género y la visión idealizada del hombre de la mujer como esposa y madre en una sociedad patriarcal”, indica la socióloga en un artículo en The New York Times. Una idea contra la que se rebelan estas creadoras de contenido. “Hago lo que hago porque me encanta cocinar, me encanta limpiar y organizar mi casa”, responde en el mismo artículo Hamimommy, una treintañera que antes era responsable de alianzas y operaciones de Korean Air y ahora está de permiso sabático para cuidar de su hija. En su vlog enseña trucos para ordenar los armarios, limpiar los cristales o hacer velas. “No es algo que otras personas esperan que haga por ser mujer”, defiende. "Es mi elección”.
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Política de cookiesVer en youtube.comEl del ama de casa no es el único perfil entre las vloggers silenciosas. Sueddu, por ejemplo, es una creativa freelance soltera que vive en Seúl. Su vídeo con más visitas muestra su rutina nocturna: preparar la cena, poner la lavadora, sacar a pasear al perro, trabajar un rato, ponerse una mascarilla, etcétera.
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Política de cookiesVer en youtube.comDe Japón llega Nami, una oficinista que vive sola en un diminuto apartamento en Tokio. Más de 2,5 millones de personas la han visto hacer arroz frito con kimchi para la cena en su vídeo más popular.
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Política de cookiesVer en youtube.comEl de Haegreendal, una ilustradora que tiene una niña de 5 años, es otro de los vlogs silenciosos más exitosos. En él muestra su día a día en casa, aunque lo que más gustan son sus vídeos de recetas: algunos acumulan 10 millones de visitas.
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