La escritora y filosofa francesa Simone de Beauvoir señaló que mediante el trabajo la mujer había podido “franquear la distancia que la separa del hombre”. Esta realidad se puso de manifiesto al terminar la Primera Guerra Mundial, cuando las mujeres que ocuparon los puestos de trabajo de los hombres que habían marchado al frente comenzaron a reclamar sus derechos argumentando que si eran competentes para llevar a cabo esas tareas, hasta entonces en manos de ellos, entonces lo eran también para gozar de sus mismos derechos. Pero ¿hemos franqueado del todo esa distancia entre hombres y mujeres de la que hablaba Simone de Beauvoir? Desde Women in Mobile nos esforzamos cada día porque desaparezca la brecha en el ámbito de la tecnología y somos conscientes de que aún queda camino para lograrlo.

Los años 20 del siglo pasado estuvieron marcados por las reivindicaciones de unas mujeres que, habiendo demostrado su potencial durante la guerra, no estaban dispuestas a retroceder y empezaron a ocupar otros espacios hasta entonces reservados exclusivamente a los hombres. Se popularizó entre ellas la práctica de deportes, empezaron a conducir, a ir al cine, a fumar y a participar en bailes. Se convirtieron, además, en un activo importante del mercado laboral. Es indudable que hemos progresado mucho. Cien años después, las mujeres representan en España el 46,5% de la fuerza laboral. Sin embargo, todavía existen sectores que parecen reservados para ellos, como es el caso de la tecnología, donde solo el 30% de los trabajadores son mujeres.

El equipo que formamos Women in Mobile trabajamos por conseguir que, en estos nuevos años 20 que acabamos de inaugurar el cambio sea radical y que la revolución tecnológica vaya de la mano de la feminista. Sería fundamental dado el enorme impacto que este sector tendrá en la construcción del futuro de la sociedad. Si no existe diversidad en el mundo de la tecnología, nos arriesgamos a crear herramientas y productos que repliquen e incrementen las desigualdades ya existentes.