Descríbete con tres adjetivos. Reflexiva, creativa, humana (y humanista).

¿Qué talento te habría gustado tener? Saber montar en bici.

¿Quién es la persona que más ha influido en tu carrera?  Nuno Alexandre, mi primer jefe, hace dieciocho años, en Coca-Cola Portugal. Desde entonces, nunca tomé decisiones laborales importantes sin consultarle y escucharle.

Si tuvieses que elegir una profesión diferente, ¿cuál sería? Creativa de agencia o psicóloga.

¿Cuál es el mejor cumplido que te han hecho? “Nunca cambies”.

Si pudieras elegir a cualquiera persona, ¿con quién te gustaría trabajar?  Con Julie Branham, la actual managing director global de luxury en Diageo. Antes de este puesto, lideraba la marca Johnnie Walker a nivel global, y aunque nos hayamos cruzado indirectamente me encantaría trabajar con ella algún día. Es una marketeer brillante y una mujer que considero un referente personal y profesional.  

¿Y con quién te irías de cañas? Con mi abuelo, que ya no está. Creo que le encantaría saber que vivo en España desde hace trece años. Él era portugués, pero hablaba castellano todo el rato, nadie sabe por qué. Además, era conductor de autobús, y le haría gracia saber que ahora mi pareja es también un conductor de la EMT. Vaya, que trece años dan para mucha vida, y esa caña sería tan maravillosamente larga, que probablemente la sustituiríamos por un buen whisky, que tomaríamos a sorbos lentos para que durara lo más posible.

¿Cuál es el mejor consejo que has recibido nunca? “Cuando estés reclutando, elige siempre a la persona que estés segura de que un día será mejor que tú.”

Cuéntanos lo mejor que te haya pasado en el trabajo. Diría que lo mejor que me pasó en el trabajo fue la posibilidad de poder vivir mi identidad y abanico profesional con plenitud aquí en Diageo. Además del marketing, soy cantautora y lo hago profesionalmente. Diageo es el primer sitio que me motiva a vivir esta multiplicidad de facetas de forma entera y plena. No solo me ofrece la flexibilidad necesaria para poder afrontar la cotidianeidad de estos dos oficios, sino que siento que soy una empleada más valorada por ello. Un ejemplo muy tangible es el proyecto Keep Walking El Camino, en el que pude desarrollar una estrategia y una idea para Johnnie Walker, no solo como marketeer sino como músico también. Esto es algo único, además de que es maravilloso mirar al público en mis conciertos y ver a mis jefes y compañeros y compañeras. Ese apoyo y cariño son muy especiales.

Y tu peor experiencia laboral. Diría que la que más me marcó fue el momento en el que, siendo una de cuatro becarias en una empresa, fui la única a la que no contrataron. Me dijeron que no tenían claro que tuviera talento y potencial, y yo me lo creí. Me gusta contarlo, porque es verdad que fue durísimo sentir ese rechazo y creer que no valía nada para el marketing, pero también me gusta contarlo porque pocos años después, fui top talent de Lego en Europa y el mercado americano. Siempre fui la misma persona, con mis virtudes y puntos de mejora, pero siempre tuve las mismas ganas, el mismo estilo, el mismo nivel de trabajo, el mismo talento. Pienso que es muy importante, en momentos como este y en momentos en los que nos premian, recordar que –tal y como dice Rudyard Kippling en su poema If- el triunfo y el fracaso son ambos impostores. Todo es muy relativo, así que es clave que nos conozcamos bien, que seamos humildes, pero que hagamos nuestro camino con la frente alta y recordando que no todos los sitios y líderes nos convienen (y no a todos les convenimos).

¿A qué hora te has levantado esta mañana?  A las 7.45, porque estoy en Lisboa, donde una hora menos que en Madrid, y empezaba a trabajar (en remoto) a las 8.30. Veinte minutos para tomarme un café mirando al mar, que veo desde mi ventana, y el resto para ducharme, vestirme y empezar.

¿Qué te levanta el ánimo? El mar, siempre el mar. Y la música.

¿Y lo que más te enfada? Las injusticias sociales.

¿En qué ciudad te gustaría vivir? Me gustaría volver a vivir en mi ciudad, Lisboa. No hay ninguna ciudad que desee y me ilusione más que esa.

¿Cuál es tu palabra favorita? Gracias.

¿Sin qué objeto no podrías vivir? Mi piano y mi guitarra.

¿Qué haces para desconectar del trabajo? A veces hago música para desconectar, ya que es parte de mi identidad y lo hago desde pequeña. Sin embargo, la música también es trabajo (balanceo las dos profesiones: como marketeer y como músico, desde siempre), y a veces me pasa que después de componer, tocar y cantar mucho en conciertos o en sesiones de estudio, y hacer todo el trabajo burocrático y de gestión como artista independiente, necesito desconectar de ello también. Cuando es así, pasar tiempo con mi pareja, familia y amigos, venir a Lisboa y estar cerca del mar, o pasar tiempo sola ‘haciendo nada’ es lo que más me ayuda a desconectar.

Recomiéndanos un libro, un disco, una serie y una película. Un libro: La Obra poética completa de Florbela Espanca, poetisa portuguesa.Un disco: Perfectly Frank, de Tony Bennett. Una serie: Mad men. Una película: Atrápalo como puedas.

¿Dónde te ves dentro de diez años? Donde sea y como sea, pero con la sensación y constatación de que nunca perdí de vista el ‘por qué’ que hay detrás de lo que hago y cómo lo hago, y que nunca traicioné lo que yo llamo mis ‘KPI’s de vida’. Pienso mucho en el momento en el que me vaya de este mundo (ojalá quede mucho), y creo que en ese momento me gustaría sentir que en estos diez años que sigan (y en los siguientes), jamás perdí el aliento y la resiliencia de seguir luchando por lo que creo, según mis valores, siendo leal a mi esencia y abriendo siempre puertas para los demás, en los momentos buenos y en los de prueba. Esa es mi noción de éxito y los ‘KPI’s vitales’ de los que hablo tienen mucho que ver con esto.