Se les acabó el amor, pero siempre nos quedarán sus canciones
En ‘I will always love you’, Marisa Morea hace un recorrido ilustrado por las mejores historias de amor de la música y los temas que nos dejaron

Muchos grandes éxitos nacieron de relaciones tormentosas, flechazos, largos amores o romances de verano entre artistas. Aunque nos prometieran amor eterno, la mayoría no duraron, pero las canciones a las que dieron origen siguen todavía sonando.
El libro I will always love you (Lunwerg), la ilustradora Marisa Morea –que tras años compaginando su carrera como ilustradora con la de directora de arte en publicidad, decidió en 2013 dejarlo todo para dedicarse a la primera–, repasa algunas de esas relaciones: Cher y Sonny, PJ Harvey y Nick Cave, Marianne Faithfull y Mick Jagger, Courtney Love y Kurt Cobain, Alicia Keys y Swizz Beatz, Gloria y Emilio Estefan, Lola Flores y Manolo Caracol, Nico y Jim Morrison, etcétera.
Algunas fueron tormentosas como la de Serge Gainsbourg y Jane Birkin. Juntos grabaron de nuevo (él había hecho una primera versión con su anterior pareja, Brigitte Bardot) Je t’aime... moi non plus. Publicada en febrero de 1969, la canción fue todo un éxito y un escándalo, prohibida por el Vaticano y catalogada en Francia para mayores de veintiuno. La pareja duró diez años de borracheras, broncas, rupturas y reconciliaciones.
Lo de PJ Harvey y Nick Cave duró mucho menos, solo unos meses. Los dos se conocieron en 1996 grabando el vídeo de Henry Lee, que capturó en una sola toma de casi cuatro minutos, para la que no hubo ensayos previos, cómo se enamoraban mirándose a los ojos. El vídeo cierra con su primer beso. El álbum The boatman’s call de Nick Cave & The Bad Seeds (1998) incluía las canciones West country girl y Black hair inspiradas por los sentimientos de Nick hacia PJ.

Algunas de esas relaciones, como la de Bob Dylan y Joan Baez, nos dejaron colaboraciones legendarias. Cuando empezaron Baez era ya una institución y Dylan empezaba. La Reina del Folk jugó un papel fundamental en su éxito. Para cuando acabaron, dos años después, la carrera de él había superado a la de ella.

Y así hasta veintiún capítulos de amores, rupturas y canciones.



