Un mensaje de la comandante Arian
La combatiente contra el ISIS ha escrito este texto para las lectoras de MAS

A sus 30 años, ha liderado un batallón de mujeres en contra del Estado Islámico. Arian, que siendo muy joven presenció el salvaje trato que recibían las víctimas de la violencia sexual, hace todo lo posible para que sus compañeras descubran el verdadero sentido de su lucha: la libertad para la próxima generación de mujeres. Esta es la carta que, por mediación de Alba Sotorra, la directora española que ha documentado la lucha de la unidad militar exclusivamente femenina contra el Daesh que dirige en Siria, ha hecho llegar a las lectoras de MAS.
En primer lugar, quisiera agradecer a la revista MUJERES A SEGUIR por brindarme la oportunidad de este espacio. Cuando estaba escribiendo este mensaje, las mujeres del mundo celebraban su día. Por esa razón, me gustaría desear feliz 8 de marzo a todas las que viven y luchan en todos los aspectos con dignidad, no aceptan la esclavitud, defienden sus derechos y se sacrifican. Considero a esas mujeres como un puente de libertad por el que otras mujeres pueden caminar sin ser asfixiadas y una etapa en el camino desde la esclavitud a la libertad.
Como miembro kurdo de YPJ, llevo luchando desde hace años contra esa cruel organización que es Daesh. Daesh es un sistema malvado que no respeta los derechos humanos ni los de las mujeres, que lleva a cabo una guerra bárbara y sucia, y que es una amenaza para la humanidad, especialmente para las mujeres.
Luchamos contra el terrorífico Daesh para hacer desaparecer las opiniones bárbaras dominadas por los hombres y sembrar las semillas de la libertad para las mujeres y para todos aquellos que quieren vivir en paz. Pero nuestra lucha no termina con la recuperación de Rojava. De esa guerra, las camaradas del YPJ también heredamos la lucha de género y de clase. Luchamos con dignidad por nuestros derechos, sin importar cuál sea nuestra etnia, color, cultura o idioma. Lo importante es luchar por lo que creemos. Y a partir de esa sólida creencia, podremos construir aún mejor un mundo pacífico para las mujeres y para todos.
Porque estamos preparadas para luchar no solo por las mujeres kurdas o del Medio Oriente, sino del mundo entero. Ese es nuestro objetivo y creemos que podemos alcanzar el éxito, como lo hicimos con Daesh.
También pensamos que podemos tener éxito en el objetivo de unir a las mujeres de todo el mundo, porque nuestra filosofía de vida es luchar y alzarnos contra las injusticias en cualquier parte del planeta.
Quisiéramos dejar en herencia a las mujeres algo especial que perdure para siempre. Y al igual que las mujeres de Estados Unidos se levantaron un día y nos dieron algo especial, a nosotras nos gustaría dar a las mujeres la libertad que se merecen. El Día Internacional de la Mujer surgió a partir de las movilizaciones de las trabajadoras que se produjeron a principios del siglo XX en Norteamérica y en diferentes países de Europa.
Para nosotras ahora es muy importante fortalecer ese legado con nuestra lucha en Oriente Medio y difundirla por todo el mundo. Al tiempo, es un honor poder afirmar que docenas de mujeres de otros países se unieron a nuestra lucha. Y a pesar de que algunas fueron martirizadas, continuamos recibiendo a mujeres de todo el mundo que quieren que nuestra lucha prosiga.
Mis respetos a quienes murieron por la causa, les deseo que descansen en paz. Su lucha ha sido iluminadora y fortalecedora para nosotras.
Este artículo se publicó primero en la última edición de nuestra revista en papel.