Mis compañeras me han ayudado a encontrar respuestas a esas preguntas. Porque pensé que un proyecto que habla sobre nuestra voz y está compuesto de tantas voces diferentes no podía contarse desde una sola, la mía. Así que pregunté a todas las mujeres que han dado vida a esta idea cómo lo habían vivido, qué les movió a involucrarse y qué reflexión han sacado sobre todo este proceso de colaboración y aprendizaje que estamos compartiendo.

El resultado es esta historia que queremos contar entre todas, de la misma manera que hemos hecho realidad Más Mujeres Creativas y 36 Hercios: uniendo nuestras voces para hacer nuestra voz más fuerte.

Cómo empezó todo

Gracias a la colaboración del Club de Creativos, tenemos la suerte de contar cada año con un espacio en el escenario del CdeC en Donostia para transmitir nuestro mensaje de cambio a toda la industria. Si en las dos últimas ediciones habíamos dado altavoz a la visión de grandes líderes del sector como Eva Santos, Mónica Moro, Chacho Puebla, Laura Sampedro o Guille Viglione, ¿por qué no dárselo a mujeres que queremos que sean grandes líderes en un futuro?

Las directoras de la plataforma decidimos repartir el tiempo que teníamos en el programa del CdeC 2019 entre cinco chicas junior de la comunidad que serían mentorizadas por directoras creativas senior. Algo que, como explica Auxi Barea, nuestra directora de social media, está estrechamente unido a nuestra misión: “Uno de nuestros objetivos siempre ha sido visibilizar el talento femenino para ofrecer referentes en los que las jóvenes creativas puedan mirarse y proyectarse. Con este proyecto, además de darles visibilidad, convertimos a cinco mujeres de esta nueva generación en sus propios referentes. Además, no se trata de un salto al vacío, sino que les damos herramientas y formación para que salgan a comerse el escenario. Es una experiencia para las cinco elegidas, pero también una inspiración para el resto de creativas y compañeras.”

Contactamos con Elena García, directora creativa de la consultora creativa PS21 y miembro activo de MMC, para que nos ayudara con su equipo a darle un concepto creativo a la acción y a crear la campaña de comunicación. Así nació 36 Hercios, una plataforma que tiene como objetivo principal ayudar a las mujeres más jóvenes del sector a que encuentren su propia voz.

A partir de ahí, empezamos a reflexionar sobre un hecho innegable: mujeres de todos los ámbitos profesionales, especialmente el creativo, encuentran enormes dificultades para que sus voces y sus ideas sean escuchadas, sobre todo en los foros públicos.

¿Por qué ocurre esto? Las creativas de PS1 Ana Moreno y Carla Alonso, que lideraron el proyecto junto con Elena García, tienen una teoría. “Desde el foro romano a la doctrina judeocristiana, los manuales de educación femenina del siglo pasado o algunas doctrinas de pensadores o literatos, en todos subyace una idea común: es indecoroso que la mujer hable en público. Solo se nos ha permitido hablar u opinar en el ambiente doméstico o de la privacidad”.

Ensayos recientes como Mujer y Poder, de Mary Beard, también hablan de ello. La mujer tiende a sentirse una intrusa en los ámbitos del poder y cuestionada en la exposición pública. También en nuestro campo profesional es común ver cómo los hombres toman la palabra con más facilidad en las reuniones, ejercen el mando de la presentación ante clientes, se sienten más cómodos a la hora de dar un discurso o son mayoría en los paneles de ponentes.

La escasez de mujeres ponentes es un tema que preocupa especialmente al Club de Creativos, que se esfuerza año tras año por equilibrar la representación femenina y masculina en el festival, algo que no siempre resulta fácil. Para preparar la estrategia de la campaña, el equipo de PS21 recabó muchos datos interesantes sobre esta realidad. Por ejemplo, según Bizzabo, la cuota de participación en eventos en los últimos cinco años en España es de un 19% de voces femeninas frente a un 81% de masculinas. “Llegamos a la conclusión de que lógicamente no existe un deseo explícito de discriminación, pero algunos factores ayudan a que se perpetúe esta desigualdad en los escenarios: por un lado, los organizadores tienden a pensar en invitados que ya están presentes en el debate público y que suelen ser hombres, y por otro, las mujeres son más prudentes a la hora de aceptar invitaciones que impliquen hablar en público”. En consecuencia, continúan, “los hombres, además de dominar las conferencias, dominan en las temáticas. Según la Open Society Foundation, en los paneles sobres asuntos exteriores en la UE, de catorce temas analizados, las mujeres solo lideramos en un tema, el de género. Ellos lideran en seguridad, economía y tecnología”.

Otra de las colaboradoras del proyecto, la directora de estrategia y socióloga Alejandra Chacón, que mentoriza a una de nuestras jóvenes ponentes, profundiza sobre la falta de consideración de las voces femeninas como expertas. “¿Sabéis que en las noticias, según el proyecto Monitoreo Global de Medios de 2015, las mujeres que aparecen como fuentes lo hacen principalmente como amas de casa? Las mujeres son fuente de opinión popular o de experiencia personal. Pero casi nunca expertas o comentaristas. Así que es importante que las mujeres tengan voz, y que se nos escuche hablando de temas diversos, en calidad de expertas y con una opinión y criterio propios.”

La directora creativa Helena Marzo, otra de nuestras mentoras, opina que la escasez de voces femeninas en foros expertos se debe a que las mujeres todavía no somos vistas solo como profesionales, sino como profesionales mujeres. “Pongamos que se invita a cuatro ponentes a una mesa de debate. Nos parecería normal que hubiese una mujer o incluso dos en la mesa. Pero si fuesen tres mujeres y un hombre o cuatro mujeres, se consideraría una anomalía digna de comentario, cuando a la inversa ha sido la norma durante décadas. Esa doble etiqueta que llevamos, profesional y mujer, no ha jugado a nuestro favor. Y lo que hacemos y lo que decimos demasiadas veces se juzga o se valora considerando ambos factores”.

Pero el dato definitivo llegó a partir de unos estudios recientes que el equipo de PS21 descubrió sobre la variación que se ha producido en el tono de voz femenino: al parecer, en los últimos treinta años, conforme la mujer ha ido ganando derechos y presencia en el mercado laboral, su tono de voz se ha agravado hasta en 36 hercios para imitar al estereotipo masculino, asociado al poder y al liderazgo. Esto se produce de manera más o menos inconsciente por la necesidad de las mujeres de ser mejor consideradas y más visibles. Es el caso de Margaret Thatcher, quien varió notablemente su voz a medida que adquiría autoridad.

De ese descubrimiento, tan llamativo como contundente, salió el nombre de la acción: 36 Hercios. “En el proceso de investigación salieron a la luz datos y realidades que revelaron una asombrosa desigualdad de poderes entre los discursos femeninos y masculinos; pero descubrir estos estudios sobre cómo las mujeres cambiamos nuestra voz al ritmo que ganamos autoridad fue algo que realmente nos removió, porque creo que todas hemos pasado por esa situación en la que te pones los ‘pantalones de garçon’ para que te tomen en serio”, explica Carla Alonso, de PS21.

¿En qué consiste 36 Hercios?

En palabras de Elena, Ana y Carla, las creadoras del concepto, “36 Hercios habla de que, para vencer esta desigualdad, la mujer copia - una vez más - al hombre, agravando físicamente su voz. De esta manera, contribuimos a preservar el estereotipo masculino en vez de romperlo y crear nuestra propia voz. Con esta campaña lo que pretendemos es romper ese estereotipo creando voces propias y ayudando a las jóvenes a que encuentren la suya”.

Bajo este paraguas de comunicación, la acción arrancó con una convocatoria en el seno de la comunidad para encontrar a cinco jóvenes ponentes nacidas a partir de 1990 que estuvieran dispuestas a conquistar a la audiencia del Kursaal con su visión creativa y única sobre el mundo. Una vez elegidas, las ganadoras se formarían de la mano de la creadora de la metodología Presentar con impacto, Aurora Michavila, y contarían con la supervisión individual de una mentora del equipo de MMC. Además, la acción se lanzaría en redes con una campaña dirigida a un público más amplio que pondría el foco en las dificultades de las voces femeninas para elevarse y expresarse en sus propios términos.

En 36 Hercios, además del Club de Creativos y PS21, también colaboran Giga4 en el desarrollo web y las productoras Zissou y Veni en la producción audiovisual, sumando más talento y trabajo desinteresado al proyecto.

Lo sorprendente es que esta acción, diseñada para inspirar a las creativas más jóvenes y a los asistentes del CdeC 2019, ha empezado inspirando y moviendo a la reflexión a las que formamos el equipo.

Elena García, directora creativa de PS21, detectó esta oportunidad desde el principio. “Cuando recibimos el briefing de Mas Mujeres Creativas, todas las chicas quisieron implicarse a nivel personal y laboral. Mi objetivo, además de generar una campaña que ayudase al cambio, era que estas doce chicas creciesen con el proceso, que ellas encontrasen su voz y no volviesen a contar una idea empezando por desacreditarse con frases tipo ‘esta idea es una tontería’”.

Una de esas chicas es Ana Moreno, creativa junior de la consultora. “Yo cumplía todos los requisitos: joven, creativa, tímida e insegura a la hora de alzar la voz y contar las ideas. Por lo tanto, a nivel personal me ha permitido aplicar todas las reflexiones y conclusiones que sacamos de la creación de 36 Hercios. Podría decirse que soy mi propio experimento.”

Trabajar en la confianza de las creativas más jóvenes para que no acallen ni pierdan su voz a lo largo de su carrera es uno de los objetivos principales de Más Mujeres Creativas. Para Emma Pueyo, directora de la plataforma en Barcelona, este es el logro principal de la iniciativa 36Hz. “A las mujeres a veces nos falla la confianza para ponernos bajo los focos y ser protagonistas. No es lo que históricamente hemos visto ni lo que socialmente nos han inculcado. El primer paso para alzar la voz es escucharse a una misma. Por eso me parece que esta acción es muy valiosa. Porque, más allá de poner en la palestra perfiles femeninos, obliga a las jóvenes creativas a reflexionar y a envalentonarse.”

Xelo Soriano, creativa, emprendedora y responsable del desarrollo web del proyecto desde Giga4, ve también muy necesario este componente de valentía. “Es importante que nos quitemos esa sensación de estar siempre en la retaguardia, en la comodidad de sentirnos necesarias en el segundo plano. Salir a primera línea supone asumir riesgos y esa adrenalina también nos pertenece, no es un atributo masculino. Creo que las jóvenes creativas están perdiendo el miedo y eso es fundamental para encontrar su voz”.

Los consejos de las mentoras

Les pregunté a las mentoras del proyecto cuál sería el consejo más importante que les darían a las ponentes y todas apuntan a la misma clave: la confianza en ellas mismas. Está claro que es lo que más falta les hace a las jóvenes creativas, como reconoce la propia Ana Moreno: “Lo tenemos todo, inteligentes, autónomas, multitasking, luchadoras, inconformistas… Solo nos falta una cosa, creérnoslo. Y proyectar esa seguridad en cada palabra que salga de nosotras.”

Elena García les recomienda que pongan el foco en ellas mismas, en generar su propia opinión basada en el conocimiento, el estudio y la investigación. “Escucha, lee y crea tu propia voz. Ahora habla. Olvídate del que dirán, de tus miedos, fortalece tu autoestima y decide que puedes hacerlo. Piensa, que la única persona que puede generar el cambio eres tú misma. Nadie va a venir a levantarte y subirte a un escenario, eres tú la única que tiene el poder de hacer que las cosas sucedan”.

Esa fe es, para Alejandra Chacón, el motor principal para llegar a donde quieran, “porque a lo largo de vuestra carrera encontraréis personas que frente a una misma cosa, os darán dos opiniones contrarias, porque en vuestro desarrollo personal entrarán más elementos en juego que vuestro propio talento y podéis llegar a dudar de él. Porque muchas veces vuestra opinión no será escuchada porque la otra persona hablará más alto o tendrá más cargo.”

Por último, Helena Marzo lo resume así: “Mi consejo a las creativas jóvenes es que no se pregunten si su creatividad se merece o no ese espacio. Los chicos no son tan autoexigentes.”

La ilusión como motor

Cuando hablamos entre nosotras de por qué hacemos esto, qué nos motiva, aparece la otra gran palabra clave: la ilusión. Ese motor poderoso que nos hace soñar con cambiar el futuro de las nuevas generaciones y nos impulsa a seguir adelante, aunque también robe tiempo a nuestros trabajos y nuestras vidas.

La ilusión se expande como un virus positivo por todo el equipo. Como dice Xelo, “encontrar mujeres más jóvenes con tanta ilusión y energía, es contagioso y maravilloso.” Para Alejandra, es directamente “un regalo” la oportunidad de “escuchar a una mujer, joven, que tiene su visión del mundo y la creatividad y a la que nunca hemos escuchado”. Y está feliz de ayudarlas, en lo que pueda, a preparar su discurso. Emma sueña con “que en 2020 la comunidad creativa pida que repitamos el formato por lo inspirador que ha sido”.

Carla Alonso nos cuenta cómo lo vivió desde el inicio el equipo de PS21 y cómo quisieron trasladar esa inspiración a más chicas como ellas: “Este proyecto empezó con doce chicas llenas de emoción reunidas en una sala, compartiendo esas vivencias propias en las que nuestra voz se había hecho pequeñita por ser jóvenes y mujeres. Con esta iniciativa queremos inspirar a otras chicas a tener un discurso propio, y nada mejor que usar nuestra voz para despertar otras.”

Ojalá lo consigamos entre todas con esta iniciativa, y con todas las que vengan en un futuro bajo el paraguas 36Hz. Y que las voces femeninas empiecen a ser más escuchadas, sin tener que cambiar de tono, gracias a la potencia de sus ideas.

La autora

Belén Coca es directora creativa, formadora, compositora y cantante en la banda Niña Vintage, y una de las principales impulsoras del proyecto 36Hz en el seno de Más Mujeres Creativas, plataforma que cofundó en 2016 y dirige junto a Emma Pueyo y Auxi Barea. Belén trabajó en La Despensa hasta que en 2015 dejó su puesto de directora creativa ejecutiva de la agencia para convertirse en directora creativa de su vida. Desde ese momento trabaja en sus proyectos personales y para marcas centrados en música, cultura y creatividad.

Con sus talleres ‘La Voz Creativa’ lleva tres años fomentando la cultura creativa en empresas como Google o Indra mediante experiencias de desbloqueo creativo a través del canto. Sus campañas han sido premiadas en los festivales más importantes y ha sido jurado en muchos de ellos (por ejemplo, fue presidenta del jurado del CdeC en 2016), pero considera que su verdadero gran premio es ayudar al talento joven y creativo a crecer y encontrar su voz.

Este reportaje forma parte de un número especial editado por Mujeres a Seguir, con el apoyo de Facebook, para la edición 2019 del CdeC.