Han pasado tres décadas la publicación de Matilda, la única historia de Roald Dahl protagonizada por una niña. Tanto el libro como sus adaptaciones han marcado a varias generaciones. La historia de la pequeña con poderes mentales fue llevada al cine en 1996 por Danny De Vito. Aunque la película se tomó algunas licencias respecto a la obra original, preservó el espíritu del personaje de Dahl. Hace unos años también se hizo un musical que fue un éxito tanto en el West End londinense como en Broadway.

El escritor británico falleció en 1990, solo un par de años después, pero todavía vive el dibujante Quentin Blake, que ilustró esta y muchas de las historias de Dahl. Con motivo de la celebración del aniversario, la editorial Penguin Random House le pidió a Blake que se imaginara a una Matilda ya adulta. Al final, el dibujante, que ya tiene 85 años, creó ocho versiones, tres de las cuales aparecen en las portadas de la edición especial que se ha hecho. 

La pequeña con poderes mentales ha crecido dejando atrás a la señorita Trunchbull y el ‘asfixiadero’, pero no su gran pasión por la lectura. Entre las carreras profesionales que Blake propone para ella están la de poetisa o bibliotecaria. También la ha imaginado como astrofísica, como una ávida viajera que no para de conocer el mundo y otras culturas, como especialista de efectos especiales de Hollywood o incluso como campeona de lucha libre.