Liderar el futuro

Esther Valdivia
Cada vez aprecio con mayor claridad que nuestro mundo está repleto de líderes silenciosas, naturales, que en su mayoría ni siquiera saben que lo son. Te rodean y las descubres en cuanto fijas un poco tu atención. Están planeando sus quehaceres diarios, ocupándose de sus responsabilidades en el trabajo o en el cuidado de sus cercanos, sin ser conscientes de lo que representan sus logros hasta que un día les llaman para hacerles una entrevista o para recibir una distinción. Otras, por el contrario, asumen el liderazgo como una tarea personal y toman las riendas de su propia vida para, de forma consciente, desarrollar habilidades centradas en la autocrítica constructiva, la disciplina o la empatía como base de un liderazgo maduro y sostenible. Sea como sea el origen de ese liderazgo femenino, para todos nosotros es trascendental, porque el reconocimiento sin fisuras del talento es la única base para generar un crecimiento social maduro y sostenible.
Y como muestra, no solo un botón. Desde hace años, siempre en otoño, Mujeres a Seguir celebra distintos encuentros con ese talento comprometido. Uno de esos momentos, que nos orgullece especialmente, se celebra en Málaga, donde la fuerza de la mujer concentra una vibrante conversación abriendo diálogos sobre liderazgo, compromiso social y diseño de futuro. Bajo el paraguas de Mujeres que Cambian el Mundo, empresarias, directivas, educadoras y activistas llegadas desde distintos puntos de España a la ciudad andaluza comparten experiencias y estrategias que, sin duda, generan impacto positivo para promover una sociedad más justa. Y otro gran encuentro que vivimos con intensidad, esta vez en Madrid, es la ceremonia de entrega de Premios Mujeres a Seguir, que distingue con nombre y apellidos a nueve mujeres entre más de cien candidatas, que ya solo por eso forman parte del poder inspirador femenino para siempre. En la edición del 2025, tras doce años ininterrumpidos, estos galardones volvieron a reconocer con vibrantes historias su labor creativa y la visión de mujeres que impulsan los grandes cambios sociales y empresariales, representando todas ellas la fuerza colectiva de quienes, con su determinación, redefinen las reglas y abren caminos para diseñar el futuro de las generaciones venideras.
Si en cada edición, al finalizar la gala, creo que será imposible superar la emoción, cada año me equivoco y vuelvo a vivir los momentos más inspiradores de la mano de cada una de las galardonadas, que expresan cómo disfrutan de su profesión, los pasos que han dado hasta llegar a donde se encuentran; hablan del futuro y recuerdan a todas esas personas que fueron fundamentales en su andadura. La intensidad de sus palabras, junto a la emoción de los asistentes solo es posible disfrutarlo si lo has vivido en directo.
Para todo el equipo de MAS es un orgullo conseguir cada año la reunión de tanto talento que demuestra, una vez más, que el liderazgo femenino no solo es una aspiración, sino un auténtico motor de cambio en empresas, en instituciones, en la industria. Una palanca imprescindible del cambio para construir juntos el país que queremos ser, donde el talento no tenga género y la igualdad sea una realidad.
Y qué mejor muestra de ello es lo vivido en los últimos meses, en los que hemos tenido la ocasión, una vez más, de vivir la emoción de esa fuerza en femenino que cada día llega un poco más alto subiendo peldaño a peldaño, discretamente, sin ruido, pero marcando un camino certero en el cambio de una sociedad responsable. Ese subir y subir, peldaño a peldaño, de esa intrincada escalera hacia la igualdad. Y aunque realmente nos gustaría que nuestra misión divulgadora hubiese llegado a su fin, aquí estamos y nos sentimos orgullosas de dar visibilidad a todo ese talento femenino que nos rodea.
Pese a todas las distinciones bien merecidas y a que nuestro país es un referente por las posiciones que ocupan sus mujeres en empresas, organismos públicos y en puestos directivos, todavía hoy nos enfrentamos a una larga escalera repleta de dificultades que debemos ir superando. Que vivimos en un mundo cada vez más diverso, más igualitario, eso es así, pero no debemos olvidar que el suelo es frágil y solo con un ligero cambio en el viento volveremos a bajar a trompicones ese camino tan peleado. Cuidemos nuestro futuro. Cuidémonos.
Esther Valdivia es presidenta de Publicaciones Profesionales y editora de MAS.
