Estamos dejando morir la sanidad pública
Elvira Navarro
A una persona muy cercana con una enfermedad pulmonar crónica que requiere de revisiones no solo regulares, sino también rápidas cuando la sintomatología se exacerba, le dieron una cita con el especialista para el próximo mes de junio. A un amigo que de vez en cuando sufre pinchazos agudos en la zona del corazón, y que además tiene en su familia antecedentes de problemas cardiacos, no le derivan al cardiólogo. Al parecer, debes de estarte muriendo para que te miren bien, y eso si tienes la suerte de llegar antes de que tu corazón deje de latir. Yo me hice hace poco un análisis de rutina; pensé que ese análisis iba a incluir las hormonas tiroideas, sobre todo porque alguna vez he tenido problemas de tiroides y así se lo dije a la médica, pero ésta, tras preguntarme si tenía algún tipo de síntoma y responder yo negativamente, se encogió de hombros dando a entender, o eso me pareció porque no obtuve mayores explicaciones, que un análisis de rutina era lo que era. La verdad es que no sé si tuve mala suerte y me tocó una médica borde, o es que incluso para el tiroides, cuyo mal funcionamiento a menudo no da síntomas, tienes que acudir con taquicardias y aumentos o bajadas inexplicables de peso. Desde hace un tiempo sigo a Nazaret Martín C., una pastora extremeña que cuenta en su canal de Youtube su vida en el campo. En su último video explicaba que ella tiene unos lunares que necesitan revisión periódica, y que al ir a su médica de cabecera para pedir cita para la revisión ésta le dijo que eso no iba a poder ser porque no había, en toda la provincia, ni un solo dermatólogo.
Durante la pandemia asistimos a la saturación de hospitales y conocimos gente que perdió la oportunidad de ese diagnóstico temprano que habría permitido la curación. Hubo un caso que muchos seguimos, el de Olatz Vázquez, una joven periodista con un cáncer gástrico que expuso cómo en su caso hubo dos factores fatales para que el cáncer que sufría no fuera detectado a tiempo: por un lado, que los médicos no le hicieran las pruebas que necesitaba por ser ella muy joven y suponer ellos que lo que padecía era gastritis o dolores de regla, y por otro la llegada del covid, que retrasó aún más la prueba que requería. En aquel momento mucha gente se escandalizó. Hoy, en cambio, parece que estamos normalizando el no ser atendidos. Ya no hay escándalo, sino resignación. U optar por un seguro privado.
Estamos transformando la Sanidad Pública en una beneficencia sin que haya demasiadas protestas. Sin escándalo. Según el blog “Salud, dinero y atención primaria”, que lleva el médico de familia Juan Simó, el 37% de la población de Madrid y el 32% de la de Cataluña tiene seguro privado, y el motivo que expresan los asegurados es el de acudir directamente al especialista. Este dato es de 2021; sospecho que ahora habrá más gente que haya contratado un seguro privado porque la cita con el especialista nunca llega o directamente, como ha relatado Nazaret Martín, porque ya no hay un especialista al que acudir.
Seguiremos, sin embargo, prestando atención a Shakira y similares, quemando las redes con nuestros juicios sobre las vidas de los famosos mientras todo lo importante se desmorona.