Incendios y desertización: la profecía autocumplida

Elvira Navarro

Elvira Navarro

Se está quemando el Parque Nacional de Monfragüe, Reserva de la Biosfera. La noticia saltó a los medios de comunicación sin que todavía nos hubiéramos recuperado del fuego que asoló el mes pasado Sierra Culebra, el peor incendio en nuestro país en 22 años. Sierra Culebra también era, como Monfragüe, Reserva de la Biosfera: ardieron bosques centenarios, obviamente irrecuperables a corto y medio plazo, que además albergaban el mayor refugio del lobo ibérico en la península. Por cierto, ahora que acabo de buscar en Google información sobre el incendio de Sierra Culebra, veo que acaba de declararse otro (¡otro!) en el mismo sitio, que hay más de 30 activos en este momento y que se sabe que uno de ellos, en el bellísimo valle del Jerte, ha sido provocado. Un auténtico horror.

No sé qué pasará en los próximos días. De momento, las previsiones no son nada buenas por la ola de calor. El factor climatológico es sin duda decisivo, pero también sirve de excusa para escurrir responsabilidades. Y es que, por supuesto, las hay y son siempre del mismo tipo: no destinar suficientes recursos a la prevención de incendios. Tal y como está el tema del cambio climático en nuestro país, y con la experiencia de tantos años de incendios desastrosos, es criminal, y como tal debería tratarse, escatimar en medios, y sin embargo siempre tenemos que soportar a responsables políticos de todas las ideologías que no hicieron lo que tenían que hacer. Para unos la cuestión del medio ambiente no es prioritaria y cuanto más se destruya para poder enladrillar, mejor. Para otros, todo se solventa con un pin en su chaquetita: España 2030 lo llaman. Asimismo, unos y otros no pueden excusarse en que los incendios les pillan de sorpresa. No hay ninguna sorpresa por estos lares, sino pura certeza de que año tras año se irán quemando hermosos bosques hasta que la ya calcinada España se convierta en un desierto. ¡Ah, pero es que no podemos hacer nada contra el cambio climático!, dirán, o pensarán, la mayoría. Así es como funcionan las profecías autocumplidas: haciendo todo lo posible para que ciertas cosas sucedan y comportándose luego como si se tratara de una fatalidad.

Sin embargo, sí pueden ponerse medidas para atajar con mayor contundencia los incendios. Los profesionales explican que se controlan siempre y cuando se cojan a tiempo. Tal fue el caso en Sierra Culebra. Todos vimos cómo los bomberos se quejaban amargamente de no disponer de efectivos. Estaba declarado el nivel 2 de alerta, en vez del 3, en plena ola de calor, y asociaciones de profesionales expusieron cómo las llamas habrían sido al principio controlables si se hubiera dispuesto del 100% de los efectivos.

Monfragüe es el bosque mediterráneo más importante del planeta. Por lo visto a los ¿responsables? de la gestión del Parque Nacional y de la lucha contra incendios forestales no se les ocurrió otra cosa que dejar a Monfragüe sin su helicóptero, sin todos sus retenes y sin sus vehículos contra incendios en el momento del año en el que más riesgo de incendio hay: de nuevo, se perdió la oportunidad de aplacar las llamas y el fuego ha alcanzado unas dimensiones incontrolables. Francisco Castañares ha contado en varios medios este fin de semana que desde 2019 expertos y alcaldes estaban dando aviso del peligro que corría Monfragüe si no se limpiaba, y que la desidia de la Consejería de Transición Ecológica ha sido total en estos últimos tres años. Contaba también este especialista en incendios que las políticas de extinción son de los años 90 y se han quedado desfasadas, y que incluso la movilización de los recursos cuando se declara un fuego tiene más que ver con dar la impresión de que se está luchando contra él (con el marketing político) que con una efectividad real. Si Monfragüe se quedó sin sus activos, fue porque los llevaron al incendio de Las Hurdes, tan grande ya que “al incendio no le haces daño ninguno, en ese momento es absolutamente invulnerable, el agua de los helicópteros y de los aviones no llega ni a las llamas” (estas declaraciones las publicaba el sábado elDiario.es). ¿Va a dimitir alguien por esta cadena de desastres? Apostaría a que no. En nuestro país nadie dimite. A veces no puedo evitar pensar cuán justo es que nos llamen PIGS. Tampoco los ciudadanos salimos a la calle a exigir dimisiones y cambios.

No solo escasea la responsabilidad, también el amor por el medio ambiente. Cada vez que algún paraje natural se destruye, los medios de comunicación ponen el acento en el dinero que se deja de ganar, como si lo fundamental fuera que ya no va a poder hacerse caja explotando el paisaje con el turismo. Sin negar la importancia que eso tiene para tanta gente a la que solo le ha quedado el turismo rural para no verse obligada a marcharse de sus pueblos, ¿no habla este énfasis en lo económico de cuál es nuestro principal valor como sociedad, y no desemboca en una pescadilla que se muerde la cola? Porque si el valor de todo es económico, ¿qué importan entonces los lobos y los buitres, las encinas y los alcornoques centenarios, el aire puro, la belleza y la vida?

Tu privacidad es importante para nosotros

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios con fines analíticos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación y para incorporar funcionalidades de redes sociales. Podrás cambiar de opinión y modificar tus opciones de consentimiento en cualquier momento al volver a esta web y accediendo a la página Política de Cookies.

Panel de gestión de cookies

✓ Permitir todas las cookies
✗ Denegar todas las cookies
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Usualmente están configuradas para responder a acciones hechas por usted para recibir servicios, tales como ajustar sus preferencias de privacidad, iniciar sesión en el sitio, o llenar formularios. Usted puede configurar su navegador para bloquear o alertar la presencia de estas cookies, pero algunas partes del sitio web no funcionarán. Estas cookies no guardan ninguna información personal identificable.

Cookies técnicas

✓ Permitir
✗ Denegar
Las cookies estadísticas nos permiten contar las visitas y fuentes de circulación para poder medir y mejorar el desempeño de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más o menos populares, y ver cuántas personas visitan el sitio.

Google Analytics

Ver sitio oficial
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Estas cookies pueden ser añadidas a nuestro sitio por nuestros socios de publicidad/medios sociales. No almacenan directamente información personal, sino que se basan en la identificación única de tu navegador y dispositivo de Internet para ofrecerle compartir contenido en los medios sociales o para mostrarte contenido o anuncios relevantes en nuestro sitio web u otras plataformas.
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Subir al principio de la página