Listas negras
Elvira Navarro
En Un encuentro, libro de Milan Kundera que reúne varios ensayos sobre algunas obras maestras de la literatura, la música y la pintura, leemos lo siguiente en unas páginas dedicadas a Anatole France: «El enigma existencial se ha eclipsado tras la certeza política, y a las certezas les importan un comino los enigmas. Y por eso la gente, pese a la riqueza de sus vivencias, sale de una prueba histórica siempre tan estúpida como cuando entró en ella».
Cuenta el escritor checo que el cortejo fúnebre que acompañó a Anatole France fue kilométrico, pues era un autor venerado. Poco tiempo después, cuatro jóvenes poetas surrealistas (Louis Aragon, André Breton, Paul Éluard y Philippe Soupault), imbuidos de un afán renovador, le reprocharon a France en un manifiesto su ironía, escepticismo, realismo y dureza de corazón. El afamado novelista, ganador del Nobel en 1921, cayó entonces en una lista negra. Hablar a su favor podía volverte sospechoso de no estar en el lado correcto.
Milan Kundera añade pocas páginas más adelante que las maldades pueden convertirse en elogios, y que lo que los jóvenes surrealistas le reprochaban era en verdad una virtud, pues lo admirable del estilo de France es precisamente la ligereza con la que supo tratar, por ejemplo, el periodo revolucionario conocido como El Terror. Y es que este pequeño ensayo no es sólo un alegato a favor del autor de Los dioses tienen sed («Las listas negras o divertimento en homenaje a Anatole France», se titula), sino también una toma de partida por el humor y en contra de la seriedad asnal de todo programa político (durante las vanguardias, el vínculo entre arte y política fue estrecho). «Solo el sentido del humor puede percibir la falta de humor en los demás. ¡Y percibirlo con espanto!».
A Kundera le espeluznan las listas negras de escritores, el olvido o repudio de autores fundamentales por unos motivos ideológicos que siempre son los de los vencedores. Se sorprende asimismo de que un factor coadyuvante decisivo sea la arbitrariedad. «Todos hablamos de la historia de la literatura, todos la reivindicamos, seguros de conocerla, pero in concreto, ¿qué es la historia de la literatura en la memoria de todos? Un patchwork formado por imágenes fragmentarias que por puro azar, cada uno de los miles de lectores ha hilvanado para sí mismo. Bajo el cielo agujereado de semejante memoria vaporosa e ilusoria, estamos todos a merced de las listas negras, de sus veredictos arbitrarios e inverificable, siempre dispuestos a imitar su estúpida elegancia».