La formación en el impulso al liderazgo femenino

Elsa Salvadores Janssen
El informe ‘Women in Business’ elaborado por Grant Thornton revelaba recientemente que un 34% de mujeres ocupaban puestos directivos en España, una cifra que ha crecido en 4 puntos respecto al pasado año. Y aunque es muy gratificante ver como poco a poco se va ganando terreno y conquistando batallas en esta materia, está claro que aún queda mucho camino por recorrer para llegar a unas cifras óptimas de representación de las mujeres en las altas esferas.
De hecho, la situación del liderazgo femenino en empresas y consejos de dirección en nuestro país aún está lejos del 40% que recomienda la Unión Europea. Vemos como solo un 25% de mujeres ocupan puestos en los consejos directivos de las 35 empresas que forman el IBEX y únicamente un 20% están presentes en el resto de compañías cotizadas o de empresas pertenecientes al ente público. Un porcentaje que, según la Fundación Woman Forward, en alta dirección no llega al 15%.
Para trabajar en la incorporación de las mujeres a puestos de responsabilidad una pieza clave es la apuesta por la formación altamente cualificada con la que impulsar el liderazgo femenino en nuestro país y promover el empoderamiento de las mujeres españolas.
Necesitamos crear vías que faciliten el acceso de la mujer a la formación y que potencie sus habilidades y capacidades para crecer tanto personal como profesionalmente en el ámbito empresarial. Para ello, encontramos programas formativos específicos para consejeras o directivas cuyo objetivo es promover la presencia de mujeres principalmente en consejos de administración o en puestos de alta dirección.
Un ejemplo de este tipo de iniciativas son las propuestas formativas para empoderar a las mujeres y potenciar su liderazgo. Es el caso del curso Women Joining Boards, de la Fundación Woman Forward, que cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid y de AENA, o el Curso Superior de Mujer y Liderazgo que se lleva a cabo en el Instituto de Formación Empresarial de la Cámara. En ellos se abordan cuestiones claves para la mejora de las competencias profesionales de las mujeres y se busca incrementar habilidades directivas como el liderazgo, la gestión del tiempo, el estrés, las tareas de motivación, el coaching y el mentoring, entre otras capacidades destacables que consigan acercarnos a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
Pero para conseguir la igualdad real aún quedan otras batallas por ganar. Una de ellas es la reducción de la brecha salarial por cuestiones de género. Las mujeres europeas siguen cobran menos que los hombres, en concreto, tienen una media salarial un 15,7% inferior, según los últimos datos disponibles. Una paso para abordar este cuestión es el reciente cambio normativo en nuestra legislación que persigue el compromiso de las empresas, empresarios y trabajadores en esta senda hacia la equidad retributiva entre hombres y mujeres.
También quedan conquistas en materia de conciliación familiar, de políticas de igualdad y de corresponsabilidad en las empresas. Por otro lado, debemos abordar el tema de la visualización femenina, la creación de mujeres referentes sobre todo en el sector de las ciencias y la tecnología que sirvan de guía, de espejo en el que mirarse a las niñas de hoy en día para que quieran seguir sus pasos. Un panorama en el que la presencia femenina es aún muy escasa. Por otro lado, no podemos olvidarnos del fomento de las políticas éticas y de la marca personal de mujeres relevantes.
Si apostamos por todas estas iniciativas estamos convencidos de que contribuiremos a acercarnos a la paridad real y confiamos en que contar con un tejido empresarial más inclusivo y diverso no solo favorecerá el ensalzamiento femenino sino también veremos consecuencias muy positivas a nivel empresarial y económico, con una mejora, en definitiva, en la economía tanto a nivel local, regional y como a nivel nacional.
Elsa Salvadores Janssen es subdirectora general de la Cámara de Comercio de Madrid