Romper inercias: liderazgo femenino para transformar la automoción

Marta Blázquez
Pocas cosas me han marcado más, personal y profesionalmente, que trabajar durante más de veinticinco años en un sector como el de la automoción. Es un mundo apasionante, lleno de talento, de innovación y de retos, pero también con inercias que cuesta mucho romper. Una de ellas —y no es ninguna novedad— es la masculinización que tradicionalmente caracteriza al sector.
Lo dicen los datos del informe ‘El Mercado de trabajo en el sector de automoción’ (Randstad): el 82% de los profesionales son hombres. Y si vamos al canal de venta y posventa, ese porcentaje sube al 87%. Esto no es falta de talento femenino, es un problema de no ser atractivos para ellas, lo que dificulta su mayor presencia.
Desde que asumí la presidencia de Faconauto mantenemos una hoja de ruta clara: visibilizar y potenciar ese talento que ya existe y que está abriéndose paso, muchas veces con el doble de esfuerzo. Por ello, ser la primera mujer presidenta de Faconauto en más de tres décadas no es solo una cuestión simbólica: es un punto de inflexión. Y también una oportunidad para acelerar el cambio desde dentro.
Hoy vemos cómo una nueva forma de liderar va abriéndose paso. Una forma empática, colaborativa, orientada a las personas y conectada con los desafíos que enfrentamos como sector: la electrificación, la movilidad conectada, la digitalización, la sostenibilidad… Pero también la igualdad real de oportunidades, derechos y obligaciones. Porque si de verdad queremos transformarnos, tenemos que hacerlo con y como ellos.
Negar el talento femenino no solo es injusto, es poco inteligente. Es perder competitividad. Según un informe de Harvard Business Review + BCG (2024), los equipos con mayor diversidad de género generan hasta un 20% más de ingresos por innovación en comparación con equipos menos diversos.
Desde Faconauto, lo decimos alto y claro: la diversidad es una ventaja. Por eso lanzamos Faconauto Woman, una iniciativa que ya cuenta con más 4.900 hombres y mujeres comprometidos desde dentro. No es solo una red: es una palanca de transformación
¿Hemos avanzado? Sí. ¿Es suficiente? No. Hay que ir más rápido. En la fabricación de vehículos, solo un 27% de los empleos los ocupan mujeres. En los puestos directivos, menos aún. Eso tiene que cambiar si queremos hablar de un sector moderno, preparado y competitivo.
El liderazgo femenino no es una moda. Es una necesidad urgente. Porque transforma. Porque genera entornos más equilibrados, con más visión y con un compromiso social más fuerte.
Romper inercias cuesta. Pero si algo me ha enseñado este sector, es que cuando se quiere avanzar de verdad, se avanza. Y aquí, ya no hay vuelta atrás.
Marta Blázquez es presidenta de Faconauto.