Más allá del discurso: la responsabilidad de las empresas con la diversidad

Belén Alomar
A menudo me encuentro pensando en el papel tan importante que juega la diversidad y en cómo mi propia experiencia ha dado forma a mi visión del mundo. Crecí en una familia liderada por mujeres: soy la menor de cuatro hermanas y tuve el privilegio de contar con padres que nos inculcaron la idea de que no existen límites en lo que podemos alcanzar. Desde siempre he creído en mi capacidad para cumplir mis metas sin barreras impuestas por el género.
Esta confianza me llevó a estudiar ingeniería industrial, una carrera tradicionalmente dominada por hombres. Durante mis años universitarios, empecé a notar cambios en la composición de las aulas, con una creciente presencia femenina. Sin embargo, tras más de doce años en el sector tecnológico, he concluido que las empresas y sus líderes desempeñan un papel clave en la construcción de un entorno más diverso e inclusivo.
A lo largo de mi trayectoria en empresas como Wallapop, Vinted y ahora Malt, he visto de primera mano que las compañías tecnológicas no solo pueden impulsar la innovación, sino también el cambio social. Las empresas jóvenes (de menos de quince años) están revolucionando las estructuras organizacionales, con modelos más planos, culturas centradas en la autonomía y la responsabilidad y una apuesta decidida por equipos diversos.
A pesar de estos avances, las cifras siguen reflejando una realidad desafiante. Según el informe Women in Business 2024, solo un 16% de los puestos de liderazgo en tecnología están ocupados por mujeres. Mi propia carrera se ha desarrollado mayormente en entornos masculinos. No fue hasta mi llegada a Malt cuando experimenté un equilibrio real en el comité ejecutivo, con una paridad de 50/50 entre hombres y mujeres. Esto demuestra que el cambio es posible cuando existe voluntad.
Diversidad con intención
Cuando me preguntan cómo podemos acelerar la diversidad en el sector tecnológico, mi respuesta es clara: el cambio solo ocurre si es intencional. Esto significa que la diversidad debe ser una decisión consciente y estratégica por parte de las empresas, que deben comprometerse activamente con la transformación de sus organizaciones. especialmente en lo que respecta a sus equipos directivos.
Desde mi experiencia, existen dos formas fundamentales de fomentar una mayor diversidad en los equipos directivos:
- Asegurar procesos de selección equitativos. Las empresas deben garantizar que los procesos de contratación incluyan un pipeline de candidatos suficientemente diverso. Esto permite que mujeres con las capacidades necesarias tengan igualdad de oportunidades para acceder a puestos de liderazgo.
- Invertir en el desarrollo de talento interno. Es fundamental identificar y promover el crecimiento de mujeres con alto potencial, proporcionándoles oportunidades para desarrollar las habilidades necesarias para asumir roles de liderazgo. En mi caso, he tenido mentores (hombres y mujeres) que confiaron en mi talento, me brindaron formación y me permitieron trabajar a su lado para prepararme de cara a los siguientes pasos de mi carrera.
Implementar estas estrategias requiere un compromiso firme y una inversión de tiempo. Sin embargo, no es un proceso complicado. Su adopción depende, en última instancia, de la voluntad de las empresas de convertirse en agentes de cambio.
‘Freelancing’ y diversidad: un nuevo panorama
Otro ámbito donde se está evidenciando un avance es el del trabajo independiente. En Malt observamos que cada vez más mujeres optan por el freelancing. Sin embargo, persisten desafíos: ellas tienden a ser más exigentes y discretas al describir sus capacidades y experiencia, y suelen fijar tarifas más bajas que sus pares masculinos con trayectorias similares. Para abordar esta situación, desde Malt ofrecemos formaciones regulares sobre cómo establecer tarifas justas, construir un perfil profesional atractivo y comunicar el expertise de manera efectiva.
Todavía estamos en un proceso de transición hacia una conciliación más equilibrada entre la vida personal y laboral. El relevo generacional traerá consigo valores de igualdad mucho más arraigados. No obstante, hasta que el cambio ocurra de manera orgánica, la responsabilidad de impulsar la diversidad seguirá recayendo en las empresas y sus líderes.
Es momento de dejar atrás los discursos y tomar acciones concretas. La diversidad en los puestos directivos no es solo una cuestión de justicia social, sino también un factor clave para la innovación, la competitividad y el éxito empresarial. Ahora, más que nunca, es momento de liderar con intención.
Belén Alomar es ‘chief product officer’ de Malt.