Cuando emprender se conjuga en femenino y en comunidad
María Calvo
La cifra es contundente: España suma más de 650.000 mujeres emprendedoras, según los datos más recientes del último ´Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Femenino´. En Impact Hub tenemos muchas historias de mujeres con nombres y apellidos que forman parte de esa creciente cifra. Es el caso de Eugenia y Rafaella, que se conocieron en Impact Hub cuando ambas ingresaron, como host voluntarias, justo antes de la pandemia. Participaron en programas de formación ofrecidos por la comunidad y luego se juntaron para fundar su propia empresa de comunicación y marketing, Up Level, que ya cuenta con más de treinta proyectos exitosos dentro y fuera de la comunidad de Impact Hub Madrid.
Hay datos que llaman al optimismo: el porcentaje de mujeres involucradas en iniciativas emprendedoras de menos de tres años y medio de vida (5,6%) es ya ligeramente superior al de los hombres (5,4%), aunque la presencia de mujeres sigue muy por debajo en proyectos de mayor nivel tecnológico, según datos del Observatorio del Emprendimiento de España.
Estamos en un momento muy favorable para el emprendimiento femenino, porque es una poderosa herramienta para impulsar el desarrollo económico y social de España. Las mujeres que crean sus propios negocios aportan una visión diferente y enriquecedora al mundo empresarial, lo que contribuye a la innovación y al crecimiento económico. Además, el emprendimiento femenino también crea empleo, ya que muchas contratan a otras mujeres en sus negocios, lo que contribuye a la dinamización del entorno y el impulso económico.
Desde la organización también hemos podido observar que tiene un impacto positivo en la igualdad de oportunidades y equidad de género en España. Cuando las mujeres tienen la posibilidad de crear sus propios negocios pueden acceder a puestos de liderazgo y tomar decisiones importantes en el mundo empresarial. Esto contribuye a la visibilización de las mujeres en ámbitos tradicionalmente masculinos y a la eliminación de barreras de género en el ámbito laboral.
Cuando una mujer decide emprender, adquiere una serie de habilidades y competencias que le permiten desarrollarse profesionalmente y adquirir autonomía y confianza en sí misma. Su viaje de emprendimiento y sus aprendizajes también pueden ser una fuente de inspiración para otras mujeres que deseen emprender, lo que contribuye a crear una comunidad emprendedora nutritiva, vibrante, con vínculos sólidos.
Beneficios de emprender en comunidad
Y en este viaje que supone emprender, hacerlo en comunidad es de gran importancia para el emprendimiento femenino por varias razones:
-Colaboración: la comunidad puede proporcionar apoyo y recursos a las mujeres emprendedoras, lo que les permite desarrollar sus negocios de manera más eficiente y efectiva. Integrarse en una comunidad permite acceder a asesoramiento, mentores, recursos financieros y otros recursos que pueden ser de gran ayuda.
-Impacto: las mujeres emprendedoras suelen buscar tener un impacto en su entorno más cercano, con lo que sus iniciativas y proyectos benefician directamente a la comunidad más cercana.
-Visibilidad: la comunidad ayuda a dar a conocer el emprendimiento y a promover su importancia. La difusión en la comunidad de información sobre los proyectos y sus beneficios puede inspirar a más mujeres a emprender y ayudar a desmitificar los estereotipos sobre las mujeres emprendedoras.
-Inspiración: Conocer los proyectos de otras emprendedoras que han tenido éxito puede ayudar a otras mujeres a emprender. Ahí, la comunidad puede ser una fuente de inspiración y puede motivar a otras mujeres a emprender y ayudar a superar los obstáculos que surjan en el camino. Así ocurre en comunidades que impulsan a emprendedoras con una idea de negocio o que ya tienen uno en marcha pero necesitan darle un nuevo rumbo.
A todo esto se une que la comunidad también sale beneficiada, porque no hay que olvidar la especial sensibilidad del emprendimiento femenino por tener un impacto positivo en su entorno más cercano.
En Impact Hub llevamos ya varios años impulsando el emprendimiento femenino, siendo el lugar donde ocurren muchas historias como las de Eugenia y Rafaella, pero también con programas más amplios que multiplican su impacto, desarrollados tanto para el sector privado como el público. Un ejemplo es Gira Mujeres, el programa de Coca-Cola para apoyar a mujeres que quieren emprender un nuevo camino profesional, que cuenta con la colaboración de Impact Hub Madrid, Fundación Mujeres, Dona Activa Fòrum y Alma Natura y que estrena ahora su séptima edición. El programa ofrece formación y acompañamiento para los retos del emprendimiento y los cuatro mejores proyectos de cada edición, seleccionados por un jurado, reciben un capital semilla para continuar avanzando. Desde 2016, más de 19.000 mujeres de entre 18 y 67 años de todo el territorio nacional han participado en GIRA Mujeres y forman parte de esta comunidad femenina de emprendimiento.
Asimismo, más de 270 emprendedoras europeas han participado en The Break, un programa liderado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y financiado con los fondos europeos Next Generation-EU, que cuenta con la colaboración de Impact Hub. El programa, iniciado en 2022, incluye formación, mentorías individuales y una estancia de trabajo de un mes en España. En la primera edición, un 40% de las 280 emprendedoras participantes generaron leads con actores locales y un 35% desarrollaron alianzas de negocio.
Dice Margaret Weatle que no importa la pregunta, la comunidad es la respuesta. Y las historias y los datos nos muestran que esta afirmación cobra aún más sentido cuando nos referimos a la importancia de la comunidad para las mujeres emprendedoras. Cuidemos y promovamos estas comunidades de emprendimiento en femenino para que su impacto continúe llegando lo más lejos posible.
María Calvo es ‘community director’ de Impact Hub Madrid