Cuando lo ‘soft’ es lo más fuerte: la importancia de las ‘soft skills’ en el mundo de la inteligencia artificial
Mariana Hernández
Veo mucha intensidad en la charla colectiva sobre las novedades y las sorpresas que nos trae la inteligencia artificial y muy poco sobre la gestión del talento. Y a mí me parece uno de los temas más importantes. Porque nosotros somos los responsables de los esquemas, paradigmas y estrategias que sigamos para manejar e incorporar estas tecnologías a nuestras vidas y trabajos. Pero se nos va la cabeza.
Hace poco, en una mesa redonda me preguntaron por cuáles son, en mi opinión, los talentos más relevantes en un mundo crecientemente automatizado. En lugar de hablar de análisis científicos de datos, programación, diseño, etcétera, dije que lo importante ahora es lo que llamamos soft skills. Son las habilidades sociales, interpersonales y emocionales. Aquellas que nos permiten navegar la complejidad y la incertidumbre con alegría, empatía y buenos resultados.
Mensaje a los que manejamos equipos, somos mentores, coaches o líderes: tenemos que modelar, reforzar y valorar la importancia no solo del ‘qué’ (el resultado), sino también del ‘cómo’ (que estilo de trabajo e interacción seguimos para llegar a la meta). Porque no todo vale.
Estas habilidades nos sitúan en el lugar correcto frente a la inteligencia artificial.
Tenemos que ser capaces de establecer criterios estratégicos y éticos adecuados, comprender matices y manejar contradicciones. Solo el nuevo Reglamento de la Unión Europea sobre la IA requiere una capacidad elevada de interpretación y responsabilidad.
Si la tecnología nos ahorra tiempo en tareas laboriosas y mecánicas. ¿En qué vamos a usar el tiempo libre que nos vaya quedando?
En pensar, crear y discernir, espero.
Ya solo el prompting o el diseño de instrucciones para la GenAI requiere no solo conocimientos técnicos sobre la tarea en cuestión, sino también capacidad para comunicar y redactar claramente, imaginación, creatividad y prospección de escenarios para guiar la tecnología hacia mejor. Estamos educando a un niño.
Os dejo con tres ideas:
- Hablemos más de gestión de talento en la era de la inteligencia artificial.
- Pongamos foco en las habilidades interpersonales, emocionales y sociales, en nuestros equipos, alumnos, mentees, pares, y seamos esa campanita que deshace el trance robótico y nos devuelve a la interacción humano-tecnología
- Valoremos, modelemos y enseñemos pensamiento creativo, adaptabilidad y flexibilidad, empatía, tolerancia a la frustración, colaboración multidisciplinar, curiosidad, agilidad de aprendizaje, visión global, criterio y responsabilidad. Ah, y paciencia, que la vamos perdiendo.
Mariana Hernández es ‘senior advisor member' y experta en negocio digital