Cosas surrealistas que han pasado en las galas MET (y no hablamos de los vestidos)
Que Donald Trump le propusiera matrimonio a Melania es lo menos raro

Lo más granado del arte, el cine y la música (y las Kardashian) se dan cita cada año en el Museo Metropolitano de Nueva York para la fiesta más importante del mundo de la moda. Reconozcámoslo, el tema de esta edición, la influencia de la religión y el imaginario católico en la moda, hacía presagiar lo peor. Se podría hablar, y mucho, de los estilismos de Rihanna, Katy Perry o Jared Leto. Pero aunque sus alfombras rojas son siempre impactantes, lo más sorprendente de las galas MET a menudo sucede entre bambalinas.
A veces, en los ascensores. Cómo pasa el tiempo, cuatro años hacen ya desde que Solange se liara a puñetazos y patadas con Jay Z mientras Beyoncé miraba y una cámara grababa. Según Jay Z, lo normal cuando un billón de dólares se junta en un ascensor. ¿A que tu relación con tu familia política no te parece tan mala desde entonces?
Los de los bares no son los únicos baños donde la gente fuma. También pasa en los del Museo Metropolitano de Arte, y como hay gente para la que hacer algo, aunque sea ilegal, sin subirlo a las redes no merece la pena, Instagram se llenó el año pasado de fotos de actrices, diseñadores y modelos fumando en el suelo del baño. Hubo amenazas de multas, el responsable de Sanidad del Ayuntamiento de Nueva York publicó una carta regañando a los famosos y el asunto cabreó bastante a los donantes del museo, así que este año no han fumado. O al menos han sido más discretos.



¿Sabías que los Trump se comprometieron en una gala MET? Pues sí, pasó en 2004, mucho antes de que él se convirtiera en presidente y el mundo hiciera campaña por la liberación de ella. Por entonces Trump era un empresario y presentador de realities y ella una modelo de éxito. Conociendo al personaje, lo de hacer entrega de un pedrusco de 2 millones de dólares en medio de una fiesta seguramente eran ganas de llamar la atención, pero parece que casi nadie se enteró.
