¿Tuvo realmente un sesgo el voto femenino durante la II República?
El 1 de octubre de 1931 se aprobó el sufragio femenino en España

Mañana se cumplen noventa años de la instauración del voto femenino en nuestro país, aunque no sería hasta dos años después, el 19 de noviembre de 1933, cuando las mujeres, por primera vez, pudieron ejercer este derecho en España.
Una de las cuestiones que protagonizó hace noventa años el debate parlamentario previo a la aprobación de este derecho fue cómo podía influir el voto femenino en los resultados electorales y si la mujer, entonces, sometida a una férrea sociedad patriarcal y devota, estaba preparada para ejercer ese derecho. Y, de paso, el debate asistió también al enfrentamiento entre dos destacadas figuras de la política española de entonces: Victoria Kent, del Partido Republicano Radical Socialista, y Clara Campoamor, del Partido Radical. Eran, junto a Margarita Nelken, del PSOE, las únicas mujeres de un Parlamento abrumadoramente masculino. “Si las mujeres españolas fueran todas obreras, si las mujeres españolas hubiesen atravesado ya un periodo universitario y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino. Pero en estas horas yo me levanto justamente para decir lo contrario y decirlo con toda la valentía de mi espíritu”, argumentaba Victoria Kent para solicitar que el voto femenino se aplazase. En el sentido contrario se manifestaba Clara Campoamor: “La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven…”
Finalmente, el sufragio universal, es decir, la posibilidad del voto femenino, sería aprobada por 161 votos a favor, 121 en contra y 188 abstenciones. La tesis de Clara Campoamor había vencido, pero de poco sirvió. La dictadura que siguió a la Guerra Civil sepultó muchos derechos, entre otros la buscada igualdad entre hombre y mujeres.
Clara Campoamor vivió en el exilio hasta su fallecimiento, en 1971, en Lausana (Suiza). El trabajo del experto en comunicación Alberto Velasco 90 años del voto femenino en España. Clara Campoamor trata de reivindicar no solo su figura, sino también la de los maestros que sufrieron represión durante la Guerra y en años posteriores (60.000 fueron ejecutados y otros muchos represaliados de distintas maneras, entre otros, el abuelo del propio autor, a quien también quiere homenajear). Pero, además, desmonta, mediante el análisis de los datos y las evidencias, la idea asentada de que el voto femenino en 1933 pudiera haber actuado a favor de la mayoría parlamentaria de los partidos de centro-derecha y derecha con la que se inició el conocido como bienio radical-cedista. No es el único cliché que desmonta este trabajo. Pero, para averiguarlo, su autor, Alberto Velasco, sugiere que asistamos a algunas de las conferencias que tiene previsto ofrecer en próximos días para dar a conocer, precisamente, detalles de este vital episodio de la historia de España. El Ateneo de Madrid, el Museo de la Evolución de Burgos o el Ayuntamiento de Alovera (Guadalajara) han sido ya espacios en los que Alberto Velasco ha podido impartir su conferencia. También otros más pequeños, en empresas, por ejemplo. Y espera hacerlo en más sitios. No en vano, considera que la II República no es todo lo conocida que debería.
90 años del voto femenino en España. Clara Campoamor resume el trabajo de fin de curso presentado por Alberto Velasco tras acabar sus estudios de Ciencias Políticas, una carrera que ha concluido después de jubilarse el pasado mes de marzo como director de comunicación del grupo cervecero Mahou-San Miguel y que ha compaginado con otros estudios que cursa: Criminología o un Grado en Historia de España, además de atesorar un buen número de reconocimientos a por sus pasiones, actividades y hobbies: embajador de Atapuerca o de la Marca Ejército, entre otros.