Joana Pastrana pelea como una chica
Entrevistamos a la púgil madrileña, campeona del mundo de boxeo
El pasado mes de junio, Joana Pastrana conseguía el título mundial del peso mínimo. Dos años antes, en 2016, había sido campeona de Europa, título que revalidó en 2017. Es una trayectoria impresionante para alguien que, hasta con quien dice ayer mismo, tenía que trabajar de camarera, además de entrenar, para poder vivir. Y es que aunque en los gimnasios haya cada vez más mujeres que deciden probarse los guantes y tengamos algunas compitiendo a gran nivel (como Pastrana, Melania Sorroche o Jennifer Miranda), vivir del boxeo femenino en España es casi una quimera.
¿Cuándo y cómo te interesas por este deporte?
Hace como unos seis o siete años. Siempre me llamaron la atención los deportes de contacto y el boxeo me despertaba más curiosidad.
¿Y cuándo te das cuenta de que es lo tuyo, de que te puedes dedicar a esto?
Muy pronto, en cuanto asisto a unas cuantas clases, me doy cuenta de que el boxeo es mi deporte. Lo de poder dedicarme a esto fue un poco más laborioso. Durante unos años lo compaginé con mi trabajo en la hostelería, hasta que aparecieron sponsors hace dos años y medio y pude dedicarme solo a boxear.
¿Es difícil vivir del boxeo femenino?
Es muy difícil vivir del boxeo en España por la poca visibilidad y el poco apoyo de los sponsor, aunque ahora parece que están cambiando las cosas. O eso me gusta pensar a mí.
¿Oyes muchos comentarios machistas?
No a mi alrededor, mi equipo se compone de hombres y son los que más me apoyan y confían en mí.
Cuéntanos cómo es tú día a día y tu rutina de entrenamiento.
Siempre empieza con un buen desayuno. Después, la primera sesión de entrenamiento. Las mañanas siempre las empleamos en trabajo funcional o de carrera, después a hacer la comida y por tarde, la segunda sesión de entrenamiento, centrada en la parte de boxeo. Después estiramientos y a casa a descansar.
Parece que el boxeo se está empezando de moda, especialmente entre las mujeres. ¿A qué crees que se debe?
Estoy muy contenta en ese aspecto. Veo en mi propio gimnasio que la afluencia de mujeres aumenta cada mes. Están perdiendo el miedo a que alguien las golpee, y es que nadie tiene que golpearte para aprender a boxear. Se puede hacer perfectamente boxeo sin contacto, y la gente lo está descubriendo. Es un deporte que te ayuda a mejorar en coordinación, los reflejos, te pone en forma…y sin necesidad de ser golpeado.
También las marcas se interesan cada vez más por este deporte. Oysho acaba de lanzar una colección dedicada al boxeo y has colaborado con ellos impartiendo una master class. ¿Te ves en un futuro de profesora o entrenadora?
La experiencia ha sido divertidísima, me encantaría repetir. Me gustaría no desvincularme nunca del mundo de boxeo y alguna otra master class seguro que daré. Como profesora no sé, la vida da muchas vueltas, pero por el momento no me veo.
Anímanos a practicar boxeo.
Probarlo es la única manera de conocer realmente la multitud de beneficios que tiene este deporte, a nivel cardiaco, a nivel muscular y, más importante, a nivel mental. Desconectas y al terminar te sientes como nuevo.