El derecho de Serena Williams a enfadarse
Cada vez más voces salen en defensa de la tenista asegurando que ha sido juzgada de forma diferente por ser mujer
La polémica por el encontronazo entre Serena Williams y el juez de silla en la final del US Open, que esta acabó perdiendo contra Naomi Osaka, la primera persona de origen japonés en ganar un grand slam, parece lejos de apagarse. Más bien al contrario, el debate va a más. Lo que se cuestiona no es tanto si la sanción recibida por Williams se ajusta al reglamento, como si la tenista ha sido juzgada de forma más severa por el hecho de ser mujer. Es la teoría de la propia tenista, que defendió en la pista y en la sala de prensa.
La mítica Billie Jean King ha sido una de las primeras voces en salir en defensa de Williams asegurando que sí hubo un componente sexista en las decisiones de Carlos Ramos. Lo hizo ayer en redes sociales y hoy en un artículo en The Washington Post.
(2/2) When a woman is emotional, she’s “hysterical” and she’s penalized for it. When a man does the same, he’s “outspoken” & and there are no repercussions. Thank you, @serenawilliams, for calling out this double standard. More voices are needed to do the same. — Billie Jean King (@BillieJeanKing) 9 de septiembre de 2018
Coincide Steve Simon, presidente ejecutivo de la WTA, la organización profesional del tenis femenino. “La WTA cree que no debe haber diferencias en los estándares de tolerancia provistos a las emociones expresadas por los hombres frente a las mujeres y se compromete a trabajar con el deporte para asegurar que todos los jugadores sean tratados de la misma manera", ha señalado ante los periodistas. "No creemos que esto se haya dado la pasada noche".
Otros compañeros varones como James Blake o Andy Roddick también han apoyado la teoría admitiendo haber hablado con peores modos a los jueces de silla sin repercusiones.
Es cierto que Williams no ha sido la primera persona sancionada en una pista de tenis. O incluso algo más. John McEnroe tiene el dudoso de honor de haber sido el primer jugador. profesional descalificado después de recibir tres faltas de conducta. Pasó en 1990 en el Open de Australia. Después ha habido más casos. El bielorruso Grigor Dimitrov fue descalificado en el Torneo de Sofía después de partir una raqueta. El juez le dio el partido por perdido porque ya había sido advertido anteriormente. Al canadiense Shapovalov también le dieron un partido por perdido en una eliminatoria de Copa Davis contra Gran Bretaña después de que bola al aire que lanzó acabara impactando en el ojo del juez de silla. El argentino David Nalbandián perdió la final de Queens en 2012 tras dar una patada a una valla de publicidad que le abrió una brecha a un juez.
Que un jugador de tenis pierda los nervios en una pista de tenis o incluso la emprenda con un juez (llegando en algún caso a la agresión) no es, por lo tanto, ninguna novedad. Pero sí las fuertes críticas que ha recibido Williams por parte de algunos aficionados y medios, los mismos que durante años han perdonado e incluso celebrado las salidas de tono de “los chicos malos” del tenis.
Lo que plantea la pregunta: ¿por qué McEnroe o Agassi eran “rebeldes” y tipos “con carácter” mientras que Serena Williams es una “diva” y una “malcriada”? ¿Por qué cuando un deportista varón se enfada y lo demuestra es síntoma de su “espíritu competitivo”, y si lo hace una mujer es una “histérica”, “poco profesional” y ha “perdido los papeles”? ¿Por qué, aun admitiendo que tuviera un mal día y su comportamiento en la pista fuera incorrecto, Serena Williams consiguió ayer “ensuciar su reputación” y “desmerecer su leyenda”, mientras que Roger Federer sigue siendo considerado el gran caballero del tenis, cuando hizo lo mismo en la final del US Open de 2009? Durante aquel partido, que perdió contra un joven Juan Martín del Potro, fue sancionado por blasfemar durante una fuerte discusión con el juez de silla. No fue ni la única ni la última vez. Él mismo ha reconocido en muchas ocasiones que ha destrozado tantas raquetas como el que más, lo que no evitó que la ATP le concediera el premio a la deportividad el año pasado.
“Las mujeres tienen derecho a expresarse contra las injusticias— tanto derecho como un hombre”, escribe Billie Jean King. “Yo me he encontrado en situaciones similares en mi carrera; una vez incluso me fui de la pista en protesta. No es el momento del que me siento más orgullosa, pero pudo haber sido uno de los más potentes. Entiendo lo que motivó a Williams a hacer lo que hizo. Y espero que todas las niñas y las mujeres que vieron el partido de ayer se den cuente de que siempre deben alzarse en defensa de sí mismas y de lo que creen que es correcto. Nada cambiará si no lo hacen”.