En tu caso, ¿cuándo empezaste a usar Facebook?

Cuando nació mi hijo. Como les pasa a muchas madres, en ese momento estaba prácticamente aislada del mundo, y para mí era una forma estupenda de compartir fotos del niño y de sentirme un poco conectada.

La presencia de la mujer en el sector tecnológico es todavía escasa. De hecho, el número de mujeres que estudian informática y matemáticas creció durante unos años y ahora ha vuelto a caer. ¿Cómo se explica?

Siendo sincera, no lo sé. Si tuviese la respuesta, posiblemente tendría también una solución. Lo que me parece es que nos centramos en exceso en el problema presente y no estamos mirando hacia el futuro y lo que puede pasar si no solucionamos lo que está ocurriendo. Hay un montón de estudios que anticipan que el 50% de los nuevos trabajos en el 2025 surgirán en el entorno STEM [el acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas] . Si las mujeres se caen de ahí, están cerrándose la puerta a las profesiones del futuro. Es un problema que hay que atajar en el presente, pero con la mirada puesta en los próximos diez años. Debería ser una prioridad para las familias, las empresas y las instituciones.

¿Por dónde habría que empezar?

Es un problema educacional. Educamos a las niñas para ser perfectas y hacerlo todo bien, y a los niños, para arriesgarse. De ahí que si no creen que van a hacer las cosas perfectamente, tiendan a no hacerlas. De hecho, a la hora de aplicar a un puesto de trabajo vemos que los hombres lo hacen cuando creen que pueden desempeñar el 60% de las tareas descritas. Las mujeres solo si creen que cumplen todos los requisitos. Obviamente habrá excepciones, pero la tendencia es esa. La mujer suele ser excesivamente perfeccionista. Posiblemente sea parte del problema actual con las carreras STEM. A priori parecen algo más lejano, más exigente y que requiere una capacitación especial, y es posible que las mujeres prefieran decantarse por otras carreras que entienden que van a poder hacer más fácilmente. La educación es lo único que permitirá cambiar esos estereotipos y romper el status quo. Si no educamos a las niñas para ser ingenieras, para arriesgarse y abrirse a otro tipo de trabajos, si las estereotipamos y no las ayudamos a progresar, seguirán siendo princesas que esperan en el castillo a que sean ellos los que maten los dragones.

¿El problema es entonces solo educativo, no tiene que ver con cómo se trabaja en el sector?

Es tan importante la retención como la captación de talento. Es muy difícil atraer talento femenino, porque solo el 27% de los estudiantes de carreras STEM son mujeres, pero una vez que las identificas y las contratas, el 50% se cae durante el primer año, frente al 10% de los hombres.

¿Y a qué se debe que la mitad abandone?

Influyen muchas variables, pero creo que el hecho de que sean industrias exigentes en continuo cambio tiene bastante que ver. También el que las empresas no tengan planes para solucionar este problema teniéndolo identificado. La responsabilidad es de la mujer que se cae, pero también de la empresa que la deja caer. Retener el talento, tanto el femenino como el masculino, es muy importante. Sobre todo en esas etapas tempranas en las que todavía no tienes muy claro qué es lo que quieres priorizar en tu vida es muy importante que la empresa sea flexible y sepa ayudarte.

¿Qué hace Facebook en ese sentido?

Hacemos muchas cosas, tanto dentro como fuera de la empresa. Internamente tenemos grupos de mujeres donde pueden compartir sus ideas, experiencias, etcétera. También planes que facilitan no solo la conciliación, sino también el encontrar momentos de recarga durante la jornada. Además, el 100% de los managers y el 75% del resto de empleados están formados en lo que llamamos unconscious bias (sesgo inconsciente), para evitar los estereotipos. En Facebook todo el mundo entiende que la diversidad es parte de la cultura de la empresa. También colaboramos con un montón de asociaciones de la industria para intentar trasladar estos valores a la comunidad. Trabajamos con Girls Who Code, con Yes We Code y con círculos de Lean in que ayudan a las programadoras a compartir sus experiencias. Hacemos todo lo que está en nuestras manos, utilizando la tecnología y nuestra capacidad de llegar a la gente.

¿Y cómo están las cosas dentro de Facebook?

En España, el número de mujeres y hombres está equilibrado. A nivel global, el 33% de los trabajadores son mujeres. Ese porcentaje va creciendo gracias a las directrices y políticas del programa de diversidad, que incluye también a otros colectivos.

¿El ser una empresa estadounidense influye?

Yo creo, y siempre lo digo, que no hay tantas diferencias entre las empresas americanas y las españolas. Pero sí existen diferencias culturales entre ambas sociedades. Allí están más concienciados respecto a estos temas. Hay más compromiso por parte de las empresas y las instituciones para intentar atajar un problema que de cara a futuro será un lastre para las mujeres.

Y, sin embargo, en España, grandes empresas como Facebook, Google, Microsoft, HP, IBM o Siemens tienen una mujer al frente.

Eso es un espejismo. Si vamos al dato real, solo el 4% de las empresas STEM tienen mujeres CEO, lo que pasa es que algunas somos muy visibles. Está muy bien que se nos dé visibilidad, porque parte de ese cambio educacional tiene que ver con que existan ejemplos, mujeres a seguir. Pero si damos por bueno el que hay un montón de mujeres al frente de las tecnológicas, estamos falseando la realidad, y es que somos un grupo pequeño pero muy visible. Hay que saber crecer y no conformarse con los pequeños progresos.

¿De verdad ya no hay diferencias entre las empresas españolas y las estadounidenses?

Bueno, hay una diferencia fundamental, y es el horario, que viene marcado no solo por nuestra cultura, sino también por las horas de sol. El que aquí anochezca más tarde y llevemos una vida más nocturna es algo que nos beneficia enormemente a nivel cultural e impacta directamente sobre el PIB. Pero al resto de industrias que no sean turismo, restauración y hostelería, nos perjudica a nivel laboral. No tenemos una vida tan equilibrada y existe una cultura mucho más presencial que en otros países, y eso hace que el esfuerzo sea el triple. No solo nos lastran los horarios de este país, sino también la percepción que tienen fuera de nosotros. Pero en cuanto a procesos, productividad y creatividad, no creo que vayamos a la zaga de ningún otro.

Facebook nació como una herramienta para comunicarse con los amigos, pero ahora es un entorno donde el usuario se informa, se entretiene, puede hacer transferencias de dinero, ahora estáis probando con las reservas de viajes,... ¿Qué es lo próximo? ¿Hacia dónde evolucionará la plataforma?

Mark [Zuckerberg] publicó en febrero una carta que es una especie de manifiesto sobre cómo va a ser Facebook en el futuro. Hasta el momento ha sido básicamente una plataforma que permitía a las personas comunicarse con sus amigos y sus familias. Pero el hecho de tener prácticamente 2.000 millones de usuarios, de personas conectadas en el mundo, nos exige un mayor compromiso. A partir de ahora Facebook se centrará en el desarrollo de infraestructuras sociales que permitan que esa comunidad sea más segura, más inclusiva, más conectada, más comprometida civil y socialmente, y que, en definitiva, tenga un mayor impacto en la sociedad del futuro.

¿Iniciativas como el protocolo contra las noticias falsas tienen que ver con esa idea de que a mayor capacidad de influencia, mayor responsabilidad?

Estamos probando un montón de herramientas para permitir a la comunidad filtrar ese tipo de informaciones y que el contenido que aparezca en la plataforma sea de interés. Obviamente intentamos trabajar contra la desinformación, porque, además, muchas de esas noticias falsas tienen detrás intenciones financieras. Es algo muy relacionado con la misión de Facebook de aquí a diez años.

¿Entiendes que desde sectores como la banca, los medios o el turismo, por poner algunas ejemplos, os miren con recelo?

Nosotros tenemos muy clara nuestra misión, que es dar a la gente la posibilidad de compartir para hacer del mundo un lugar más abierto. Y probamos un montón de cosas que permitan a la comunidad mantenerse conectada, pero realmente no intentamos competir con nadie. La nuestra es una cultura de partnerships. Lo que queremos es trabajar con las industrias que estén dispuestas a hacerlo para ofrecer a la comunidad esas herramientas.

¿Cómo usas tú las redes sociales? ¿Desconectas en algún momento?

Bueno, en algún momento hay que dormir... Pero, para empezar, ¿qué son las redes sociales? Para mí, Facebook, Instagram o Whatsapp son plataformas de comunicación. Las he interiorizado, forman parte de mi día a día. Las uso para mejorar mi vida: para estar más conectada con aquellos a los que quiero, con las empresas que me pueden facilitar la vida y con mis compañeros de trabajo para agilizar los procesos y mejorar la productividad. Vivimos en un mundo conectado.

Pero la tecnología puede ser un arma de doble filo. Desde luego, puede favorecer la conciliación, pero también lo contrario.

Es que para mí conciliar no es separar ambos mundos, la vida personal de la profesional. Conciliar, sobre todo en un mundo conectado como este, es encontrar momentos de recarga y de descanso durante el frenesí del día a día. O encuentras esos momentos, o no eres capaz de seguir adelante. Puede ser aprovechar la posibilidad que tienes como directiva de viajar, y llevarte a tu hijo a un lugar donde has estado trabajando durante la semana, o trabajar una mañana desde casa mientras haces otras cosas. Muchas veces son momentos de desconexión emocional más que física, porque la energía mental es mucho más poderosa.

Hay quien pronostica que tras el ‘boom’ de las redes sociales vendrá una fase de estancamiento o incluso caída. ¿Estás de acuerdo?

Llevamos mucho tiempo publicando datos de usuarios y de tiempos de uso en todas las plataformas y no caen. Las cifras crecen sistemáticamente todos los trimestres. A día de hoy hay 1.900 millones de personas conectadas a Facebook, 1.200 millones de personas conectadas a WhatsApp, más de 1 millón conectadas a Messenger y 600 millones conectadas a Instagram. Y el número de minutos que la gente pasa en las plataformas también sigue aumentando. Está ya en torno a 50 minutos diarios entre Facebook, Instagram y Messenger [el dato no incluye WhatsApp]. Pero es algo natural, porque la gente usa estas plataformas como herramientas de comunicación. Ahora mismo se comparten diariamente tres veces más mensajes a través de Messenger y WhatsApp que en el momento de mayor pico de los SMS.

¿En qué mujeres te inspiras?

Soy muy poco mitómana, tiendo a inspirarme más en las personas que tengo alrededor. Por ejemplo, en Carolina Martinoli, del comité de dirección de Iberia. Es un ejemplo de superación, profesionalidad y gestión inclusiva dentro de su empresa. O Cristina Álvarez, directora de servicios de Telefónica e Ingeniera del Año [el colegio y la asociación de ingenieros de telecomunicación la nombraron hace unos meses]. Tiene un perfil maravilloso que puede inspirar a las mujeres que estén estudiando este tipo de carreras. Y por supuesto, Sheryl Sandberg, a la que conozco desde hace tiempo [ambas coincidieron en Google y ahora en Facebook]. Llevo muchos años trabajando con ella y es un modelo para todas las mujeres en todo el mundo.   

Esta entrevista se publicó primero en el nº2 de nuestra edición en papel.