Se buscan comunicadoras STEM
Ludi García
Resulta imposible calcular la cantidad de mujeres que han marcado un antes y un después en sus respectivos campos profesionales y, por ende, han revolucionado los estereotipos arraigados en la sociedad. No son las mejores “mujeres científicas, ingenieras, matemáticas o reporteras”, son las que han llegado y punto. Hay muchas más.
Sabemos que solo el 29% de los jóvenes matriculados en carreras de ingeniería y un 23% de las personas que trabajan en el sector TIC en España son mujeres, de acuerdo con un estudio del ONTSI y el Instituto de las Mujeres. Esta baja presencia se mantiene en el ámbito de la comunicación científica y tecnológica. Por cada dos artículos científicos firmados por un hombre, tan solo encontramos uno firmado por una científica, según la revista Nature.
Y mientras, nosotros, que no queremos que eso se perpetúe, trabajamos para impulsar las vocaciones STEM entre las mujeres y que la situación cambie a través de Margarita Bly, un think tank compuesto por periodistas y directores de comunicación. Un reciente estudio que hemos elaborado, a partir de las respuestas de más de cien profesionales de la comunicación y el periodismo STEM, demuestra que todavía existe una importante brecha de género en este sector en nuestro país y que el camino que todavía nos queda por recorrer es largo. Aun hoy tenemos la necesidad de reivindicar nuestro papel y de mostrar a las nuevas generaciones que en este sector hay un futuro prometedor para ellas.
El 60% de los encuestados dicen sentir una doble vocación, divulgadora y tecnológica, aunque el interés por la especialización ha decrecido con el paso del tiempo. Paralelamente, la vocación también se ha visto afectada por la realidad generacional. El 75% de los encuestados mayores de 50 años afirman que llegaron a la comunicación STEM por elección, que parece despertar menos interés entre las generaciones más jóvenes: un 36% de las personas de entre 22 y 50 años y solo un 11% de los jóvenes de entre 18 y los 22 años consideran interesante este sector.
Con todo, hay un dato que nos instala en la esperanza, y es que el 88% de los profesionales consultados considera que es posible desarrollar una carrera profesional satisfactoria y relevante en esta área del periodismo y la comunicación. Mantener esta expectativa es decisivo para promover una mayor presencia de mujeres en el ámbito y facilitar que puedan desarrollar una carrera profesional plena y compatible con otras esferas de su vida.
En este sentido, el informe preguntaba sobre si este tipo de profesión permite conciliar. La mitad de las jóvenes profesionales de hasta 30 años lo tienen claro, y piensan que no es posible. Sin embargo, casi el 40% de las más seniors, con una edad superior a los 50 años, están totalmente convencidas de que esa compatibilidad sí existe. ¿Por qué este gap? ¿Nos encontramos ante una diferencia generacional?
Una vez que conocemos el punto de partida, es esencial que tracemos el rumbo para alcanzar las metas que nos ayuden a cerrar la famosa brecha. Hagamos más aún por visibilizar la importancia de la diversidad de género, reconozcamos el valor de las mujeres periodistas y comunicadoras para la sociedad y fomentemos la orientación hacia el ámbito científico-técnico de las profesionales del futuro. Desde Margarita Bly estamos convencidos de que la comunicación es la fuerza transformadora para luchar contra la desigualdad de género en las disciplinas STEM.
Estamos en el momento perfecto. Un momento en que todos estamos en igualdad de condiciones para aprender lo que viene y empaparnos de innovación. La digitalización, la inteligencia artificial, el big data, el machine learning, el internet de las cosas, la informática cuántica, la accesibilidad, la sostenibilidad, los nuevos materiales que se están descubriendo… ¡Cuántos temas relevantes! La ciencia y la tecnología son elementos transformacionales transversales que alcanzan casi cualquier aspecto de nuestra vida. Y está todo por conocerse. ¿Qué nos impide a las mujeres posicionarnos en la línea de salida?
Ludi García es managing director de Hotwire Spain e impulsora del think tank Margarita Bly