La nueva ministra de Igualdad tiene por delante titánica tarea que bien podría empezar por algo muy concreto e importantísimo: resolver el embrollo que amenaza a la línea de atención a las mujeres maltratadas.  

La historia es efectivamente un poco liosa, así que aquí va un resumen. En abril, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad adjudicó la gestión del 016 a la empresa Atenzia. La decisión no debió resultar difícil, porque fue la única que se presentó al concurso. Ni la anterior adjudicataria, Qualytel, ni otros call centers lo hicieron por considerar que el presupuesto no era suficiente. Atenzia tendría que haberse hecho cargo de la línea el pasado 1 de junio, cosa que no ocurrió. La plantilla siguen prestando servicio en Qualytel (se les ha prorrogado el contrato hasta el 12 de junio) mientras la nueva decide qué trabajadoras y con qué condiciones se queda. Además, según ha publicado Eldiario.es, el contrato administrativo con la nueva empresa todavía no se había firmado, con lo cual tampoco se les puede denunciar por incumplimiento, y en esto resulta que hemos cambiado de Gobierno. Total, que mientras la empresa y la administración se aclaran con las responsabilidades y la normativa laboral, las que están movilizando para defender que el servicio se siga prestando como hasta ahora son las trabajadoras.

El 016 lleva once años escuchando e informando a las víctimas. Puede que sus 23 trabajadoras (psicólogas, trabajadoras sociales y abogadas) sean las mayores expertas en violencia machista de este país. Están las 24 horas al día, los 365 días del año, al pie del cañón, atendiendo más de 6.000 llamadas al mes.