Como es lógico, en primer lugar las compañías se encuentran de base con una mayor dificultad para encontrar perfiles femeninos cualificados que desempeñen roles técnicos. Ya sean ingenieros de software, desarrolladores, analistas de información, etcétera, en todos estos campos, por ejemplo, la proporción real de currículos que se reciben están en línea con los datos del Ministerio: uno o dos currículos femeninos frente a una veintena de masculinos. Aquí se suma una dificultad añadida, que no afecta solo al ámbito STEM, y es que son muchas las investigaciones que confirman que, de partida, las mujeres tienden a enviar con menor probabilidad currículos que los hombres, ya que solo lo hacen cuando creen que cumplen el 100% de requisitos.

Por tanto, a pesar de que muchas organizaciones tecnológicas estén plenamente comprometidas con la paridad y con fomentar un porcentaje similar de mujeres y hombres en diferentes puestos y niveles, esta no es una tarea sencilla a nivel de reclutamiento. Y en 2023 parece que este aspecto no será menos complejo, ya que, según un estudio reciente de la empresa de recursos humanos Randstad, los perfiles tecnológicos tendrán una especial relevancia en el mercado laboral durante este año, señalando que los más demandados serán arquitectos y administradores de tecnología en la nube, expertos en ciberseguridad y analistas de datos. Es decir, desgraciadamente, en lo que más parece demandar el mercado, menor porcentaje de mujeres nos encontraremos.

La diversidad atrae el talento

El reclutamiento, como hemos visto, puede resultar complicado, pero es necesario que todos los actores implicados redoblen sus esfuerzos en ese ámbito, así como en el de la promoción interna, otro aspecto esencial en el desarrollo laboral. Porque las empresas tecnológicas, con un mayor número de perfiles STEM en sus plantillas, han de tomar conciencia de que la falta de equilibrio entre mujeres y hombres en los equipos puede provocar en el día a día del negocio, y de forma directa, una problemática.

La presencia de equipos mixtos equilibrados a nivel de género —también en los puestos directivos— permite sin duda tener un espectro más completo de la realidad, una mirada conjunta y un análisis amplificado que proporciona mayores ratios de éxito y que puede marcar la diferencia en el mercado. Ya nadie duda de que la diversidad de género es enriquecedora y atrae el talento, por lo que un porcentaje armónico de hombres y mujeres a todos los niveles empresariales revertirá también directamente en una compañía que mejor se adapta al cambio, que posee la capacidad de reforzar las áreas de oportunidad y de encarar con mayor solidez los retos de negocio.

En una sociedad con un alto grado de digitalización y dónde tendencias tecnológicas como el cloud, la inteligencia artificial, el big data o la robótica forman cada vez más parte de nuestra vida, es esencial que los equipos que las conciben, las desarrollan e implementen sean entendidos desde una perspectiva de diversidad e inclusión. Eso ayudará a que los resultados sean mejores.

Como conclusión, destacar que si el sector tecnológico quiere aprovechar el dinamismo en el que se encuentra y seguir creciendo alineado con la sociedad, debe seguir comprometido con la paridad. Para ello tiene que ayudar a divulgar la tecnología entre los más jóvenes, seguir proyectando ejemplos femeninos inspiradores y redoblando los esfuerzos en el ámbito del reclutamiento, de la promoción profesional y de la conciliación. El talento será la recompensa.

Por Beatriz Escobar es ‘sales director & site co-lead’ para Iberia de Liferay.