Las mujeres son afortunadas; ellas tienen el único órgano del cuerpo humano cuya función exclusiva es el placer. Es el clítoris, protagonista de un educativo y muy premiado corto dirigido por la francesa Lori Malépart-Traversy. Dura menos de tres minutos, es apto para todos los públicos y cuenta bastantes cosas, desde los puntos de vista biológico e histórico, sobre este órgano, similar al pene en muchos aspectos, pero mucho más rico en terminaciones nerviosas, y sin función reproductiva.

Y es que el clítoris sigue siendo un gran desconocido para muchos y muchas --como explica la película, lo que vemos es solo la punta del iceberg—, aunque su existencia se conozca desde la Antigüedad. Sin embargo no fue identificado oficialmente hasta 1559. El descubridor fue el médico italiano Realdo Colombo. La edad oscura del clítoris llegó en el siglo XIX, cuando algunos médicos empezaron a relacionar los orgasmos con determinadas enfermedades. Entonces llegó Sigmund Freud, a juicio de Malépart-Traversy, “el enemigo número uno del clítoris”, que decretó que la mujer adulta debía llegar al orgasmo exclusivamente a través de la penetración. A día de hoy el clítoris es todavía en muchos casos olvidado o considerado un mero trámite, parte solo de los preliminares. Pero como concluye Lori Malépart-Traversy,“si solo existe para dar placer, ¿por qué no usarlo?”