La próxima vez que no recuerdes dónde has dejado las llaves, relájate: puede que olvidar ciertas cosas nos ayude a tomar mejores decisiones. Eso es al menos lo que han publicado los investigadores de la Universidad de Toronto Blake Richards y Paul Frankland.

Richards y Frankland llevan años estudiando la memoria, y tras revisar todo ese trabajo han llegado a la conclusión de que los olvidos son, de alguna manera, un mecanismo de seguridad del cerebro que tendría como fin evitar la sobrecarga de información. "Al final del día nuestro cerebro solo hace cosas si es bueno para nuestra supervivencia desde una perspectiva evolutiva", asegura Blake Richards. Para ilustrarlo utilizan el cuento Funes el memorioso, de Jorge Luis Borges. El protagonista de la historia, Ireneo Funes, tenía una memoria tan prodigiosa que su cerebro estaba en sobrecarga continua y ni siquiera podía dormir.

Los investigadores han determinado que el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo, la parte de nuestro cerebro asociada a la memoria, promueve el olvido. "Es importante que el cerebro se olvide de detalles irrelevantes y se centre en lo que ayuda a tomar decisiones en el mundo real", afirma Richards. Es decir, que el cerebro necesita deshacerse de la información inútil, anticuada e irrelevante, que podría confundirnos, para adaptarse a las nuevas situaciones y tomar nuevas (y mejores) decisiones.