La emprendedora que se ha propuesto revolucionar el sector eléctrico
Entrevista con Carlota Pi, fundadora de Holaluz y una de las ganadoras de los Premios MAS
Cuando Carlota Pi y sus socios montaron Holaluz hace ocho años, lo hicieron con la voluntad de hacer las cosas de manera distinta, y parece que lo están logrando: comercializan solo energía renovable y se precian de ofrecer total transparencia a sus clientes. También tienen guardería en la oficina y dan a cada empleado la posibilidad de establecer su propia jornada laboral. Su propia experiencia tiene bastante que ver con todo ello.
Se acerca el invierno y muchos españoles comienzan a temblar pensando no ya en el frío, sino en la factura de la luz. Bien, pues para evitar los sustos a sus clientes, Holaluz presentaba a principios de octubre la primera tarifa plana del mercado eléctrico en España. Se trata de un modelo que ha sido muy utilizado, por ejemplo, por las telecos, pero inédito hasta ahora en este sector. El cliente paga el mismo importe cada mes (se le hace una oferta personalizada en función de su histórico de consumo) y a cambio firma un ‘pacto’ comprometiéndose a no abusar. La empresa pretende así que se conciencie para hacer un uso responsable de la energía.
Es el último golpe de efecto de una compañía que está demostrando que también en el sector eléctrico hay cabida para nuevos modelos. El suyo propio, porque hace tiempo que Carlota Pi decidió que tomaría sus propias decisiones. “En enero de 2008 me encontré con que al volver de una baja maternal me habían limitado las responsabilidades”, explica. “Al despedirme decidí que no volvería a trabajar para nadie que no fuera yo”. Un par de años después conoció, haciendo un master en el IESE, a Ferrán Nogué y Oriol Vila, sus compañeros en la aventura de Holaluz. En realidad todo empezó de una manera bastante casual: con una factura de la luz que recibió la madre de Ferrán y que ascendía a nada menos que 700 euros. Como Carlota había trabajado muchos años en el sector eléctrico (antes pasó por empresas como RWE o Nexus Energía), le pidieron ayuda para tratar de entender qué había pasado. “Después de mucho esfuerzo lo único que conseguí fue que le aplazaran el pago de la factura. A partir de aquella experiencia nos dimos cuenta de que había una necesidad de acercar las facilidades del mundo online a un servicio tan básico como la electricidad”.
Así nació Holaluz, que ocho años después tiene más de 150.00 clientes y en el último ejercicio alcanzó una facturación de 140 millones. Es también el primer instalador de baterías certificado por Tesla para España y Portugal, y se ha convertido en el abanderado del autoconsumo en nuestro país. “Sabemos que dentro de diez años los sistemas de producción y almacenaje de energía serán un estándar. Serán como un electrodoméstico más que servirá para el día a día. Vamos hacia una generación de energía absolutamente distribuida, en la que los consumidores se convertirán en ‘prosumidores’, es decir, serán a la vez consumidores y productores”.
El compromiso con el medio ambiente y sus clientes se amplía también a la plantilla. En la empresa no hay horarios. Cada uno de sus más cien empleados eligen libremente su jornada. “En Holaluz trabajamos por objetivos anuales que define conjuntamente todo el equipo. A partir de ese gran objetivo cada equipo establece después objetivos trimestrales. Una vez fijados los retos que queremos conseguir, en los que todos hemos participado y que, por lo tanto, sentimos como muy nuestros, cada persona se puede organizar su jornada como quiera. Cada colaborador hace el horario que le va mejor para conciliar su vida personal y profesional. Las personas completas en todas las facetas de su vida aportan más valor a las empresas. Poner a las personas y su libertad como prioridad es nuestro valor más importante, tanto internamente como de cara a los clientes”. Y además, tienen guardería, lo que, dice Pi, está lejos de ser un engorro. “Tener niños en la oficina no solo beneficia al padre o madre en cuestión y a su hijo, nos aporta mucha alegría a todos. Los niños son uno más de la familia de Holaluz. En verano también tenemos una casa de verano. Nos facilita la vida a los padres y los pequeños se lo pasan bomba”.
Esta entrevista se publicó primero en el nº6 de nuestra edición en papel.
