¿A qué achacas el prestigio del que gozas en el ámbito de la comunicación comercial?

Me gusta mucho competir y ganar, así que sea lo que sea a lo que me presento, me esfuerzo mucho e intento hacerlo lo mejor posible. Intento desmarcarme con soluciones diferentes.

En tus intervenciones en foros, jornadas o seminarios sueles relajar la tensión de las fórmulas con la incursión de corazones o ángeles. ¿Resulta frustrante que las matemáticas sean una disciplina tan árida para buena parte de la sociedad?

Frustrante no. Más bien lo veo como un reto. Me encanta conseguir que la gente vea el lado bueno de las matemáticas.

¿Un libro para aprender a amar y entender la disciplina?

Un libro recomendable para cualquiera es El tío Petros y la conjetura de Goldbach. También El enigma de Fermat.  O El teorema del loro ¡Hay un montón!

¿Y alguno para entender el sentido de la vida o para el puro entretenimiento?

Meditaciones, de Marco Aurelio. También El hombre en busca de sentido.

Las carreras científicas y tecnológicas todavía se le resisten a la mujer. ¿Cómo se podría reconducir esto?

Complicado. Los niños se crían en los colegios y se van contagiando unos de otros. Las chicas juegan a las muñecas cuando los chicos juegan al fútbol o con la consola. Te acercas a las escuelas de tecnología para niños y allí están ellos, los varones. Tienen en general más interés. No sé si hay un culpable.

Pero cada vez hay más demanda de perfiles analíticos. ¿Puede agravar esto la brecha de género?

No lo había pensado, pero podría ser. Como en las ingenierías. Todavía se nota la diferencia, mientras que cada vez hay más mujeres en otras carreras como Publicidad y Relaciones Públicas.

¿Qué le recomiendas a tu hija?

Poco. Si le digo por la izquierda, ella va a coger por la derecha. Intento mostrarle el lado bonito de las matemáticas, pero sin forzar.

¿Qué fórmula te gustaría hallar?

La del amor desprendido de apegos.

¿Están reñidas las matemáticas con la fe religiosa?

Todo lo contrario. La matemática es la prueba innegable de que Dios existe, porque Él las ha colocado por todos sitios. El número Pi está en la naturaleza. ¿Quién lo puso ahí? El hombre desde luego que no.

En los últimos años se ha producido una explosión de información y también de uso de datos de los consumidores. ¿Está el ciudadano cada vez más desprotegido?

Yo creo que va a haber dos tipos de ciudadanos: los informados y formados, que sabrán defenderse bien de las intrusiones y ver solo aquello que quieran ver. Y los desinformados y poco formados, que sí creo que serán presas fáciles de la manipulación.

¿Hay algún aspecto de la vida que vaya a quedar fuera de la digitalización? Y, en ese sentido, ¿ves el mundo con optimismo?

Yo siempre veo el mundo con optimismo, desde el momento en que sé que el ser humano es capaz de amar a otros. Eso lo salva todo. Fuera de la digitalización va a quedar todo aquello que sea esporádico, repentino, aleatorio, como la risa espontánea, el llanto de un niño o las lágrimas de los ancianos. No podremos digitalizar la duda de un padre, el arrepentimiento de un hijo… En fin, la esencia de la vida.

Para finalizar, ¿nos puedes nombrar alguna Mujer a Seguir, alguien que haya sido una inspiración para ti o que pueda serlo para otras mujeres?

Se me ocurren muchas. El mundo está lleno de Mujeres a Seguir. Por darte tres nombres: María Dolores Dancausa, Carina Szpilka y Gema Reig.