“No creo que haya personas intachables: no en esta época, ni este mundo”

Iván Repila publica ‘El aliado’, una provocadora novela que reflexiona sobre el papel de los hombres en el feminismo

Iván Repila. Foto: Aixa de la Cruz

El aliado (Seix Barral) es una novela llena de autocrítica, humor negro e ironía que sigue el proceso de reeducación feminista de un varón de mediana edad que, convencido de que toda conquista social pasa por una revolución violenta, decide acelerar las cosas poniendo en marcha una campaña de machismo radical que provoque la reacción de las mujeres.

Empezando por final, cuentas en los reconocimientos que escribiste el libro antes de la explosión del MeToo, de la sentencia de La Manada y el 8M. Lógicamente, también antes de que Vox saltara a primer plano de la actualidad. ¿Lo veías venir?

Creo que no fui solo yo. Había un ambiente muy concreto, al menos en mi entorno personal: amigas cercanas hablando de experiencias dolorosas que antes no se habían atrevido a contar (o contarme a mí), por un lado, lo que me obligó a despertar en un mundo que desconocía y al que, por desgracia, siempre había mirado con distancia; por otro, el movimiento feminista crecía ante nuestros ojos de forma notable, ocupando un espacio cada vez mayor en los medios y en la agenda política, y era lógico imaginar que los sectores más reaccionarios se pusieran enfrente. Ha sido Vox el que ha concentrado ese pensamiento retrógrado y peligroso, pero desde otros partidos de derechas ya se pronunciaban discursos machistas, e incluso misóginos, a medida que el feminismo se hacía más fuerte.

El protagonista de la novela empieza declarándose feminista para, inmediatamente después, admitir sus contradicciones. Pero también el personaje de Najwa, experta en cuestiones de género, las tiene. ¿Te ha ayudado el libro a enfrentarte a las tuyas?

Desde luego, y creo además que admitirlas y reconocerlas es un paso fundamental, y también doloroso por lo que tiene de cuestionamiento de la propia identidad, para corregir actitudes, comportamientos y creencias heredadas de un sistema patriarcal machista y dañino. No creo que haya personas intachables: no en esta época, ni este mundo. Hemos sido educados para la desigualdad; aprender a arrancarnos ese monstruo es un proceso largo y difícil.

El protagonista va aprendiendo sobre feminismo a través de lecturas y conversaciones con mujeres. ¿Cómo fue tu proceso de aprendizaje? 

Muy parecido al suyo, y cometiendo los mismos errores. Una tendencia habitual en los hombres que nos hemos interesado (tarde, además) por el feminismo ha sido la de ‘usar’ a las mujeres de nuestro entorno, con más conocimientos, como profesoras o terapeutas para hablar de ello, exigiéndoles respuestas o resúmenes. Es vergonzoso por nuestra parte, por mi parte, porque lo cierto es que llegué a los textos fundacionales del feminismo cuando esas mismas mujeres, pacientes y generosas conmigo, se plantaron y me dijeron que, si de verdad estaba interesado, me buscara la vida. Como había hecho con tantos otros temas a lo largo de los años sin que nadie me lo tuviera que aclarar. Y tenían razón, pero yo me resistía a ver hasta qué punto era un gesto de desinterés, de pereza y de comodidad por mi parte. Y esto no es culpa del patriarcado: es mía.

Con toda su buena voluntad, el aliado decide ayudar a las mujeres tomando el mando y enseñándoles a hacer su revolución (debe ser el ‘mansplaining’ definitivo). Según tu experiencia, ¿hasta qué punto los hombres que se declaran aliados realmente lo son?

Según mi experiencia, no lo hemos sido, y nos está costando mucho admitirlo. Éramos feministas de lunes a viernes, pero luego llegaba el fin de semana y consentíamos, a nuestro alrededor o en nosotros mismos, comportamientos machistas que no tienen defensa posible. No nos hemos interesado por los textos fundamentales, como comentaba antes, hasta hace muy poco. No hemos tenido una actitud proactiva, no hemos hablado de los temas que afectaban al feminismo, no hemos participado en los debates, y cuando lo hemos hecho ha sido de manera patética, intentando ser protagonistas de un movimiento en el que no podemos serlo. Creo que nos hemos sentido cómodos en esa posición de aliado que simplemente defiende, a nivel teórico, la igualdad, pero realmente no hace nada para conseguirla, no trabaja, no se esfuerza, nada. Y hemos dejado que sean las mujeres, y los grupos que enmarca el movimiento feminista (personas racializadas, trans, homosexuales, etcétera; es decir: los otros, los que no son hombres blancos heteros cis como yo), los que luchen, incluso poniendo literalmente sus cuerpos como escudos, por una igualdad que nos afecta a todos.

¿Crees como tu personaje que todas las conquistas sociales pasan inevitablemente por violencia?

No lo sé. A veces parar un país, cortar las calles y montar barricadas ha funcionado para lograr determinados objetivos. Otras veces no. Butler señala que no podemos usar las herramientas del sistema (la violencia) para enfrentarnos a ese mismo sistema, y tiene razón. Yo, que no tengo su inteligencia ni su brillantez, y quizá porque también soy más visceral, dudo. Y cuando dudo, expreso mis preguntas inventándome ficciones, escribiendo libros.

Este tiene un punto de humor bastante negro. ¿Por qué elegiste ese tono?

Siempre he pensado que la sátira, el humor negro (e incluso cruel), es una herramienta muy eficaz para criticar, denunciar o señalar actitudes o situaciones que deberíamos erradicar de nuestra vida. Siempre lo ha sido. Además, hay algo hermoso en ver cómo, a medida que el texto avanza, la sonrisa del lector se congela: igual que en el mundo real, cuando nos interesamos de verdad por lo que está sucediendo ya no vemos las cosas de la misma manera.

Tu privacidad es importante para nosotros

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios con fines analíticos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación y para incorporar funcionalidades de redes sociales. Podrás cambiar de opinión y modificar tus opciones de consentimiento en cualquier momento al volver a esta web y accediendo a la página Política de Cookies.

Panel de gestión de cookies

✓ Permitir todas las cookies
✗ Denegar todas las cookies
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Usualmente están configuradas para responder a acciones hechas por usted para recibir servicios, tales como ajustar sus preferencias de privacidad, iniciar sesión en el sitio, o llenar formularios. Usted puede configurar su navegador para bloquear o alertar la presencia de estas cookies, pero algunas partes del sitio web no funcionarán. Estas cookies no guardan ninguna información personal identificable.

Cookies técnicas

✓ Permitir
✗ Denegar
Las cookies estadísticas nos permiten contar las visitas y fuentes de circulación para poder medir y mejorar el desempeño de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más o menos populares, y ver cuántas personas visitan el sitio.

Google Analytics

Ver sitio oficial
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Estas cookies pueden ser añadidas a nuestro sitio por nuestros socios de publicidad/medios sociales. No almacenan directamente información personal, sino que se basan en la identificación única de tu navegador y dispositivo de Internet para ofrecerle compartir contenido en los medios sociales o para mostrarte contenido o anuncios relevantes en nuestro sitio web u otras plataformas.
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar
Subir al principio de la página