Los tesoros de Alicia Koplowitz
El Bellas Artes de Bilbao muestra al público por primera vez las joyas de su colección de arte
Desde este viernes se puede visitar, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la colección privada de Alicia Koplowitz, compuesta por un total de 90 obras, entre pinturas, dibujos y esculturas con la iconografía femenina como hilo conductor.
Durante tres meses colgarán de las paredes del Bellas Artes obras de Goya, Picasso, Canaletto, Modigliani, Van Gogh, Juan Gris, Miquel Barceló, Warhol o Bacon. Aunque la figura femenina es la protagonista de la mayoría, tan solo se exhiben trabajos de dos mujeres artistas: Louise Bourgeois y Agnes Martin. Esta es la primera vez que la colección de la empresaria pueda visitarse en nuestro país. El Museo Jacquemart-André de París organizó recientemente una exposición con sus obras, aunque más pequeña.
La muestra arranca con la escultura grecolatina y llega hasta la actualidad. En la primera parte destacan las afroditas de la época helenística. De un salto pasamos a los siglos XVI y XVII, a las pinturas de corte de Juan Pantoja de la Cruz (Retrato de doña Ana de Velasco y Girón) y las maternidades religiosas de Luis de Morales (Virgen vestida de gitana con el Niño del aspa) y Francisco de Zurbarán (La Virgen con el Niño Jesús y san Juanito). De esta etapa hay también algunos bodegones como el Cestillo de flores de Juan de Arellano.
El siglo XVIII es uno de los ejes de la exposición (el otro es el XX), con Goya como máximo exponente. Se muestran cuatro cuadros del pintor aragonés: la escena de bandoleros Asalto a la diligencia, el mitológico Hércules y Ónfala, el Retrato de la condesa de Haro y el goyesco Maja y celestina al balcón. También hay escenas costumbristas de Lorenzo Tiepolo y ejemplos de pintura galante a cargo de Manuel Camarón y Luis Paret y Alcázar. Las vistas arquitectónicas están representadas a través de de Francesco Guardi, Canaletto, Antonio Joli y el francés Hubert Robert. Destacan también los expresivos retratos del maestro del barroco Pietro Antonio Rotari.
La selección del siglo XIX se basa en el postimpresionismo francés, con obras Gauguin, Toulouse-Lautrec y Van Gogh. Aunque, a tenor de las obras escogidas, la empresaria tiene predilección por el arte de la pasada centuria. La mitad de la exposición son obras del siglo XX, y una tercera parte de ellas, de autores españoles. La selección es impresionante. Están representados Picasso (dos óleos, un dibujo y una pequeña escultura de metal pintado), Juan Gris, Luis Fernández, Julio González, Antonio López, Manuel Millares, Antoni Tàpies, José María Sicilia, Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Miquel Barceló o Juan Muñoz. De fuera de nuestras fronteras destacan las esculturas de Germaine Richier y Alberto Giacometti, y los retratos de Lucian Freud, Francis Bacon y Andy Warhol.
También hay espacio para la pintura abstracta de Nicolas de Staël, Piet Mondrian, Lucio Fontana, etcétera. O el expresionismo de los estadounidenses Willem de Kooning o Mark Rothko, hasta llegar a nombres más recientes como los de Louise Bourgeois o Ai Weiwei. La exposición cierra con una obra, fechada en 2014, de Anselm Kiefer.